Categorías
Featured

El descontento social se acumula y recorre las calles

En los cuatro años de gobierno, el presidente Laurentino Cortizo ha enfrentado tres grandes manifestaciones, de las cuales dos fueron generadas por propuestas del Ejecutivo y la otra por la situación social y económica del país.

El último estallido social empezó en agosto pasado, cuando el Ejecutivo presentó ante la Asamblea Nacional el proyecto de ley sobre el contrato entre el Estado y la empresa Minera Panamá, subsidiaria de la canadiense First Quantum Minerals. En ese momento, al mismo tiempo que los diputados avanzaban en el análisis de la iniciativa, la plaza 5 de Mayo se llenaba de pancartas y consignas contra el gobierno y la actividad minera.

El esfuerzo de la Asamblea y del Ejecutivo en reformar algunas cláusulas del contrato que hicieron mayor ruido en los debates no logró calmar las protestas. En una jugada legislativa el proyecto fue suspendido en primer debate para que el Ejecutivo lo retirara y lo modificara cuando volvió a la Asamblea solo tardó tres días para las aprobación de los diputados en los tres debates y la sanción de Cortizo, lo que terminó por incrementar el descontento social que se apoderó de las calles a nivel nacional.

El viernes 20 de octubre pasado, la Asamblea aprobó, en tercer debate, el proyecto y horas después Cortizo lo sancionó. Dos días después – el domingo, un día en que históricamente no se ha protesta en el país, cientos de jóvenes de todos los estractos sociales se concentraron en la cinta costera y marcharon por la calle 50. El descontento social adquiría nuevos rostros que se mantuvieron en la calle por dos semanas sin parar.

El descontento social se acumula y recorre las calles

Al descontento se sumaron las cabeceras de diferentes distritos y provincias del interior del país y la carretera Interamericana fue bloqueada en diferentes puntos. Como una medida a la salida de la crisis, el Ejecutivo presentó dos proyectos de leyes, uno sobre una consulta popular para definir el futuro del contrato que fue bloqueado en la Asamblea y el otro que decreta una moratoria minero aprobado en tercer debate por la Asamblea en un día inusual: 3 de noviembre, cuando el país cumplió 120 años de separación de Colombia. Ese mismo día fue sancionada por el presidente de Cortizo y se convirtió en la Ley 407 del 3 de noviembre de 2023 .

Al mismo tiempo que la Asamblea discutía estas iniciativa, la Corte Suprema de Justicia avanzaba en las demandas de inconstitucionalidad de la Ley 406, que establece el contrato. El descontento ha disminuido en la calle, pero para especialistas no necesariamente haya desaparecido en la sociedad.

El descontentó social no solo provocó la creación de una ley que decreta la moratoria minera, sino que los tradicionales desfiles patrios no se realizaran.

Cuando Cortizo aún no cumplía los primeros 30 días de su mandato, mandó al Ejecutivo un paquete de reformas constitucionales que había sido parte de sus promesas de campaña, sin embargo, empezó a generar el primer descontento social contra el recién inaugurado gobierno.

Las reformas ocasionaron, incluso, discrepancia a lo interno de la Asamblea y en la medida que el legislativo avanzaba en el debate del proyecto de ley, miles de panameños entre jóvenes y adultos, así como la sociedad civil organizada salieron a las calles en rechazo a la propuesta.

El descontento social se originó mayormente por las modificaciones que introdujeron los diputados a la propuesta del Ejecutivo.

A juicio de Gilberto Toro, investigador social, cuando las personas sospechan que las autoridades le mienten crea un malestar que, en esta ocasión, se fortaleció ante el comportamiento de las autoridades que asumieron una actitud de “poco me importa” pensando que no pasaría nada por las fechas especiales que se aproximaban: fiestas patrias, Día de la Madre y por ende fin de año.

Fechas en que el panameño supuestamente se olvida de todo, pero no fue así, dijo. A su juicio, el gobierno apostó a esa típica conducta del panameño, pero ya no es novedad que no se realicen desfiles en honor a la patria y el país ya ha pasado por esa experiencia y no se perdió nada.

El contrato minero fue el medio perfecto para estallar el descontento frente a todos los malestares sociales, analizó Toro. “Es un malestar compartido independientemente si es por el contrato minero, por el desempleo, la inseguridad, todo se suma, y se logró que fuera ese motor que empujó a la gran masa a nivel nacional”, recalcó.

Las reformas constitucionales de 2019 murieron en su cuna y llegó la pandemia que inmobilizó el mundo. El gobierno de Cortizo enfrentaba una crisis sanitaria y tomó medidas que fueron consideradas como entre las mas restrictivas de los países de la región.

En julio de 2022, cuando aún se mantenía algunas medidas para contrarrestar la covid-19, se generó el segundo estallido social que enfrentaba Cortizo y en esta ocasión el reclamo era por el alto costo de la canasta básica, el aumento del precio de la gasolina por el conflicto entre Rusia y Ucrania, y el mal manejo de los fondos públicos.

Este estallido social, al igual que el actual, impactó la cadena de suministro y el movimiento de mercancías y productos agrícolas desde el interior del país hacia la capital por el cierre de la vía Interamericana en diversos puntos.

Las autoridades no han comprendido que la conducta social, el comportamiento, el pensamiento de la humanidad cambió después de la pandemia, analizó Toro. “La experiencia de haber sobrevivido a una pandemia a todos nos transformó, nos hemos vuelto más reflexivos y mucho más espontáneo”, dijo.

Jorge Gamboa Arosemena, analista político, señaló que la expectativa que se generó en 1990 con el regreso de la democracia, a raíz de la invasión de Estados Unidos a Panamá, no se ha cumplido “Lo que ha habido, gobierno tras gobierno, es un incremento de la insatisfacción de la población”, dijo.

El descontento social ha llegado, incluso, hasta las residencias de los diputados y del presidente Cortizo.

Eso si, el mandatario no ha sido el único que ha enfrentado el descontento de la sociedad en las calles. Desde el regreso de la democracia, en diciembre de 1989, se han realizado seis elecciones generales en la que los panameños han elegido seis presidentes de la República.

Con redacción de El Click e información de La Estrella

Deja tu comentario: