A través de un comunicado, la Nunciatura Apostólica en Panamá explicó el incidente ocurrido ayer jueves en las adyacencias de su sede, cuando un reportero gráfico del diario La Prensa fue detenido tras ser sorprendido utilizando un dron para captar vistas de esta sede diplomática.
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En el texto, afirman que mantienen normas de seguridad por el carácter de su misión, al igual que otras sedes diplomáticas. Explican que el policía de la garita, al percatarse de la presencia de una persona extraña a la sede que tomaba fotografías, notificó a la Policía Nacional y por eso se produjo la detención.
«Este acto está enmarcado en un delito de violación de extraterritorialidad y viola el derecho de la privacidad (…) el fotógrafo no tiene permiso para manejar el dron», alega la Nunciatura en el documento.
La Santa Sede apostólica no presentó ninguna acusación ni denuncia por este hecho.
Alexander Arosemena fue conducido bajo custodia de la Policía a la sede de esa institución en Diablo y posteriormente liberado tras cinco horas.
El CNP recalcó que la cobertura periodística “no debe tener límites cuando el interés público prevalece”.
Fuente: La Estrella
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