La masacre registrada este martes 17 de diciembre, en La Joyita, donde resultaron 14 muertos, superó significativamente la magnitud de la matanza múltiple que conmocionó al país el 28 de enero de 1998, en el antiguo penal de Coiba, en Montijo de Veraguas.
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Este terrible hecho impresionó a la opinión pública, debido a la forma en la que fueron torturadas y decapitadas las víctimas al amanecer en Playa Brava donde se encontraba ubicado uno de los 23 campamentos de prisioneros.
Un grupo de reclusos del campamento de la banda “Los Perros de San Joaquín” llegó hasta el lugar, muy cerca al campamento de la banda los “Hijos de Dios” y fueron emboscados.
En este suceso fueron cuatro los prisioneros degollados por la banda “Los Hijos de Dios”.
Las víctimas de la recién masacre de La Joyita fueron asesinados por armas de fuego. No obstante, en imágenes divulgadas por las redes sociales, se ha observado a un reo decapitado.
Cabe destacar que el conflicto que desencadenó la matanza en La Joyita fue una disputa entre los internos, quienes al parecer eran miembros de una misma banda criminal denominada “Bagdad” y no de rivales como fue la registrada en Coiba, en los años noventa.
Ambos sucesos demuestran que las cárceles siguen siendo universidades del crimen que las autoridades civiles o policiales no parecen poder controlar.
Fuente: Mi Diario