La estafa Millonaria

La estafa millonaria

¿Cómo una amiga y sus abogados le estafaron a un estadounidense $12 millones en Panamá?»
George Robert Jenkins, un estadounidense, denunció el 20 de marzo del 2022 haber sido víctima de una sofisticada red de estafadores, de la formaron parte una amiga, tres abogados de la localidad, familiares y amigos de estos, quienes le despojarón de una fortuna de 12 millones de dólares. La lentitud en la actuación de las autoridades ha puesto en peligro tanto la recuperación de su dinero como la justicia que buscan los responsables.


Este grupo de personas creó una estructura legalmente disfrazada para estafarle 12 millones de dólares a Jenkins. La amiga a través de abogados panameños detrás de esta presunta estafa, habrían falsificado escrituras públicas, oficios judiciales y aprovechado un manejo bancario laxista. La falta de rapidez por parte de las autoridades amenaza no solo la posibilidad de recuperar los fondos, sino también el castigo a los culpables, tal como denunció el propio Jenkins.


Jenkins, de 78 años, califica lo sucedido como una “estafa” y expresa que le han arrebatado su dinero y el esfuerzo de toda su vida. “Me han quitado lo que construí durante 40 años de trabajo”, afirmó. Su plan era pasar los últimos años de su vida disfrutando de los intereses de su ahorro, en un país seguro, donde se respetan las leyes y es muy cómodo para vivir como Panamá, eso pensaba”. Sin embargo, jamás imaginó terminaría quedándose sin su fortuna y dejándolo prácticamente arruinado, según relata Jenkins.

Un momento de vulnerabilidad

El 27 de mayo de 2021, Jenkins fue diagnosticado con un tumor canceroso en la cabeza y cuello, lo que lo llevo a ser hospitalizado. Aunque salió el 5 de junio, una recaida lo obligó a regresar al hospital el 7 de Junio, donde permanecería hasta el 11 de Junio. Fue en medio de esta convalecencia cuando Reed intentó apropiarse de su dinero
Evelin Reed mujer estadounidense con muchos años de vivir en Panamá era una de las personas de confianza que le apoyaba en gestiones de administración y conocía de su fortuna.

Aprovechando la situación, Reed se mudó al penthouse de Jenkins y, en diversas ocasiones, intentó retirar dinero de sus cuentas bancarias. La primera vez que lo intentó fue el 15 de junio de 2021, cuando trató de transferir 954 mil dólares desde la cuenta de la fundación a su propia cuenta, pero la transacción fue rechazada.

En su segundo intento, acudió a los bancos acompañada de dos abogados y, usando el poder otorgado por Jenkins, trató nuevamente de retirar los fondos de la fundación. Esta vez tampoco tuvo éxito. Los bancos le pidieron un acta del consejo fundacional de la fundación para autorizar la transacción, aunque Jenkins ya había revocado su poder el mismo día.

La jugada maestra


El 8 de junio de 2021, Reed hizo un movimiento más audaz. Con el apoyo un abogado, acudió a un notario y, en nombre de la fundación y de Jenkins, creó un pagaré por 12 millones de dólares, sin la autorización del consejo fundacional de la fundación. Este documento, según los registros obtenidos por La Estrella de Panamá, establecía que la fundación debía esa cantidad a Jenkins, y el plazo para el pago era de solo 12 días, es decir, hasta el 20 de junio de 2021.


Simultáneamente, en el mismo acto, Reed celebró un contrato de cesión de crédito que le permitió transferir los fondos de la fundación a otra fundaciòn que presidía ella misma. En este acto, se utilizó la misma persona para representar a dos partes distintas: Reed actuó como representante tanto de Jenkins como de su fundación.
El pagaré fue protocolizado en una notaría local, sin que se incluyera la capacidad mental de Reed ni las direcciones de las partes involucradas. Pocos días después, se constituyó una nueva sociedad, y la junta directiva de esta aprobó la cesión de crédito por la suma de 12 millones de dólares, a cambio de un pago simbólico de 1 dólar, con la justificación que dicho dinero estaba destiado a cubrir los gastos de manutención y gastos médicos de Jenkins hasta su muerte.


Con este documento, la nueva sociedad inició un proceso judicial para cobrar el pagaré, y un banco accedió a transferir los fondos de la fundación, girando cheques por un total de 12 millones de dólares.


El curso del proceso


Jenkins denunció el 20 de marzo del 2022 lo sucedido a las autoridades panameñas por delitos contra el patrimonio y la fe pública, aunque se quejó de la lentitud en el manejo del caso. Además, acudió a la Embajada de los Estados Unidos en Panamá para alertar sobre la estafa que había sufrido; ya han transcurridos tres años.


Pero Jenkins no es el único afectado. También han llegado a su conocimiento otros casos de extranjeros que, tras cambios en las juntas directivas de sociedades y cambios en los consejos fundacionales de fundaciones, fueron víctimas de fraudes similares.


Fuente: La Estrella de Panamá, Equipo de Investigación, Fuente de Redacción y Glosas.
https://www.laestrella.com.pa/panama/nacional/entramado-fraude-PFLE486876