El 31 de marzo de 1995, el mundo del espectáculo se conmovió con el cruel asesinato de la cantante estadounidense y con ascendencia mexicana Selena Quintanilla, a manos de la propia presidenta de su club de fans.
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Han pasado 22 años desde que Yolanda Saldívar le quitó la vida a Selena Quintanilla la mañana del 31 de marzo de 1995 en una habitación del hotel Days Inn en Corpus Christi (Texas), disparándole con un revólver. Desde ese momento, las causas del homicidio fueron un enigma y la propia victimaria negó en ocasiones que hubiese disparado a propósito y aseguraba que todo había sido un accidente.
Pero finalmente la asesina habría revelado los motivos que la llevaron a matar a la reina del Tex-Mex.
Saldívar indicó que su intención era simular un asalto y así evitar ir a la cárcel y pagarle a la cantante el dinero que le había robado- casi USD 200 000- por aportes de sus fanáticos, pero que su plan se había «salido de control».
La mujer, que cumple una pena de cadena perpetua por el asesinato de la cantante, era presidenta del club de fans y administradora de las tiendas de ropa de Selena. En el hotel en el que fue asesinada Selena, Saldívar la había citado para supuestamente aclararle a la cantante la falta de dinero que ya había sido notada por ella.
La cantante le exigió unos documentos financieros e instantes después, la mujer le apuntó con el revólver. Cuando Selena intentó huir, Saldívar le disparó.
La cantante fue trasladada a un hospital donde fue sometida a una intervención quirúrgica, pero los médicos no pudieron salvarla. La bala que la impactó en el hombro derecho atravesó una arteria.
Fuente: Panamá América