El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) llamó este viernes a crear una gran reserva marina protegida en la Antártida, al considerar que ayudará a mitigar los efectos del cambio climático y conservar la vida en ese continente.
La mayor organización conservacionista independiente del mundo hizo la petición en un informe que presentará en la reunión de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR, en inglés) de la próxima semana en Australia, donde se abordarán propuestas para crear áreas marinas protegidas.
En el documento, que analiza la situación del continente blanco y su océano, WWF señala la necesidad de hacer progresos para conservar la biodiversidad de la Antártida, sobre todo en la lucha contra el cambio climático y la creación de áreas marinas protegidas.
«El cambio climático tiene un profundo impacto en toda la Antártica ya que pone en un riesgo creciente los hábitats y la biodiversidad a través de la pérdida del hielo, el calentamiento de las aguas y la acidificación», dijo Christopher Johnson, científico marino de WWF en un comunicado.
Según la organización, un tercio de las colonias de pingüinos adelaida (Pygoscelis adeliae) podrían desaparecer en 2060 por el impacto del cambio climático en sus fuentes de alimentos de krill y peces.
WWF también alertó de la aparición de una grieta de 130 kilómetros de largo en la plataforma de hielo Larsen C, la cuarta más grande de la Antártida con unos 50.000 kilómetros cuadrados, y el retroceso de 596 de los 674 glaciares en la costa occidental de la Península Antártica.
Los conservacionistas instan a la CCAMLR a aprobar las propuestas de creación de reservas en el Mar de Ross y la Antártida oriental, como medida para mitigar el impacto del cambio climático en el continente blanco y las aguas que lo rodean.
El año pasado la CCAMLR no aprobó la propuesta de Estados Unidos y Nueva Zelanda para proteger una zona de unos 1,5 millones de kilómetros cuadrados en el Mar de Ross, ni la de Australia, Francia y la UE a favor de la creación de una reserva de un millón de kilómetros cuadrados en las aguas orientales de la Antártida.
El informe de WWF también señala como necesarias medidas como la vigilancia de la pesca del krill, la protección de especies emblemáticas, la prevención de las especies invasoras y la contaminación.
«Solo se han logrado progresos importantes en dos asuntos: el freno a la pesca ilegal, no reportada o no regulada, así como la reducción de la captura incidental de aves», indicó WWF.
El océano Antártico alberga más de 10.000 especies únicas, entre ellas la mayoría de la comunidad mundial de pingüinos, ballenas, aves marinas, el calamar gigante y el bacalao austral, pescado que representa el objetivo principal de las compañías pesqueras que operan en la región.
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