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Uncurepa demanda por $500 mil a molineros por calidad del arroz

Uncurepa, Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de Panamá,interpuso una demanda penal contra 14 empresas comercializadoras de arroz por los presuntos delitos contra el patrimonio económico en la modalidad de estafa y delitos contra la libre competencia y derechos del consumidor.

La querella se basa principalmente en los resultados emitidos por la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco), que verificó 56 marcas de arroz que incumplieron con los análisis de calidad. Es decir, que el porcentaje de arroz de primera o especial no coincidía con lo estipulado con lo que exige el reglamento técnico que para el arroz especial requiere un mínimo 94,5% de granos enteros, 5% de granos quebrados y 0,5% de arrocillo; y para el arroz de primera un 70% de granos enteros, 25% de granos quebrados y un 5% de arrocillo.

Uncurepa exigió, además, un resarcimiento o indemnización de $500 mil, resultante del valor de los productos vendidos “bajo el marco de una publicidad engañosa”, estipula el documento al que tuvo acceso este diario.

Aunado a esto, intenta extender la cuantía por daño moral de naturaleza colectiva no inferior a $250 mil.

Los molineros tienen una explicación para los resultados del análisis de Acodeco. Alberto Martinelli, presidente de la Asociación Nacional de Molineros de Arroz (Analmo), describió a La Estrella de Panamá que cada molino cuenta con un equipo propio de laboratorio de calidad provisto de máquinas modernas que hacen las muestras de calidad de forma automática. En cambio, dijo, el método que emplea la Acodeco es manual, prácticamente desfasado en la industria.

Esto genera diferencias en la metodología, que se traduce en los resultados del largo y la consistencia del grano. Entre las explicaciones sobre las diferencias, Martinelli comentó que dependiendo de cuántas veces se pasa el grano en la bandeja seleccionadora, como lo hace Acodeco para el análisis, esto hace que se degrade la muestra, “se rompe” el grano, dijo.

Las bandejas que se utilizan para hacer las mediciones poseen unos orificios pequeños numerados, mediante los cuales se verifica cuántas veces pasa la muestra por la charola.

Para evitar este tipo de situaciones o diferencias, Martinelli solicitó al gobierno y a la Acodeco “homologar por ley los estándares de calidad de arroz en los molinos, especificar qué tipo de máquinas se deben emplear o adquirir y de qué países para los laboratorios de calidad. Con esto se lograría estandarizar la metodología y el equipo, incluyendo el de Acodeco”, para evitar estas diferencias.

Aunado a lo anterior, el presidente de los molineros indicó que para junio pasado, cuando Acodeco tomó las muestras, “todo mundo estaba arriando los silos”. Lo que significa que se llevaron prácticamente el final de lo que quedaba en el depósito. Por física, añade, “el peso del grano más lleno sale primero y el menos formado es el último en salir”.

Al haber interpuesto una demanda colectiva, el reto de Uncurepa y de la fiscalía consistirá en probar la estafa. Para ello requerirán de los comprobantes de caja de los consumidores que correspondan al mes de junio. Pedro Acosta, presidente de Uncurepa, sabe que será un lío: “todos tiran los recibos del supermercado, por eso pedimos a los consumidores que hayan guardado el suyo, que lo lleven a las oficinas de Uncurepa”, indicó.

La querella pide al Ministerio Público que solicite una copia de la nota expedida por Acodeco a Martinelli, fechada el 18 de agosto pasado, que remita el estudio técnico efectuado a todas las marcas de arroz que se sometieron a análisis, y de estas las que presentaron vicios. También pidió los montos de volumen de arroz empacado y el valor económico de este que fue distribuido o comercializado, entre otras peticiones.

Control de precio

El arroz de primera es uno de los productos que se encuentran en la lista de control de precios regulada por el gobierno. Por eso, los molineros que importan el producto se las ingenian para vender el producto sin pérdidas. Esto significa sacar al mercado más arroz especial, que no está sometido a regulación, en vez de arroz de primera.

La inflación que afecta a varios países del mundo, sumada al costo del flete y la especulación en los precios de granos a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania, ha impactado en el precio del arroz. Prácticamente se ha duplicado en comparación con el precio que tenía en diciembre de 2021. En esa fecha, según el presidente de Analmo, la mercancía ingresó a Panamá a un costo de $12 el quintal, mientras que el contingente de 600 mil quintales que se descargó recientemente se cotizó en $23,20 la misma porción.

“Para salir del barco tuvo que pagar 3% de arancel porque vino bajo la figura de OMC proveniente de Estados Unidos”. Al sumar el pago del arancel “sale costando $25,80 el quintal con cáscara”.

Si a eso se añade la mano de obra, empaque, transporte, gastos de pilado, el producto termina costando $45. “Cinco libras saldrían en $2,25, mientras que el costo real de una libra puesta en Panamá sería de 0,45. No obstante, el control de precio “nos obliga vender a 0,40”, detalló Martinelli. Cuando la materia prima viene cara para uno, es igual para todos por lo general. “Nadie se ha sentado a decir que estamos perdiendo 0,05 de libra, por cada camión que se manda perdemos al día $2.500, por eso están sacando más arroz especial que de primera”, zanjó el arrocero.

Con redacción de El Click e información de La Estrella


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