La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ya cuenta con un protocolo que permitirá aplicar la fertilización in vitro (FIV) en el país a partir de septiembre de 2018, tras casi dos décadas de una prohibición que fue revertida tras una condena de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El protocolo, que responde a lo estipulado en un decreto presidencial de 2015, establece que las pacientes que requieran el tratamiento deberán pasar por un proceso de baja complejidad, que incluye coito programado y la inseminación artificial.
Mientras que aquellas quienes no alcancen el objetivo en una primera etapa serán referidas al protocolo de alta complejidad para tratamientos, que incluye la FIV.
Las técnicas de reproducción asistida de alta complejidad son procedimientos que incluyen la manipulación de ovocitos, espermatozoides o embriones para lograr un embarazo e incluye la transferencia de embriones, preservación y donación de gametos o embriones.
«Estamos listos con el diseño de estos protocolos, ha sido un trabajo de más de dos años. Hay todo un tema de preparación de la parte de infraestructura, de recursos, medicamentos, laboratorio, preparación del personal y el manejo de la técnica en sí mismo, que todavía falta por definir», explicó la presidenta ejecutiva de la CCSS, María del Rocío Sáenz.
El decreto firmado por el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, en septiembre de 2015, ordena a la CCSS implementar la técnica médica, a la que podrá acceder cualquier mujer mayor de edad, soltera o con pareja, pero con algunos requisitos como ser infértil y haberse sometido a otras técnicas menos invasivas.
La fecundación in vitro fue prohibida en Costa Rica por la Sala Constitucional en el año 2000, pues interpretó que la vida comienza desde la concepción y que la técnica médica permitía desechar o destruir seres vivos.
Esto originó la demanda por la cual la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) condenó a Costa Rica en el 2012 y le ordenó restablecer la aplicación de la técnica médica.
Sáenz añadió este martes que trabajan en el proceso de adjudicación y contratación para la construcción de la Unidad de Medicina Reproductiva que estará ubicada en el Hospital de Las Mujeres, en San José.
El edificio y el equipamiento contará con una inversión de seis millones de dólares, a lo que hay que sumarle la capacitación en el extranjero sobre esta técnica del personal de la CCSS, así como la adquisición de medicamentos.
Según los especialistas, para la realización de los procedimientos FIV se requieren 148 insumos adicionales como materiales medicó quirúrgicos, reactivos de laboratorio y medicamentos.
La institución pretende atender cerca de 178 casos al año y se autorizarán hasta dos ciclos o intentos por cada uno de ellos.
La CorteIDH consideró en su sentencia que la prohibición de la FIV estaba vulnerando el derecho a la vida privada y familiar, a la integridad personal en relación con la autonomía personal, a la salud sexual, a gozar de los beneficios del progreso científico y tecnológico, y a la no discriminación
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