Tokio, Washington y Seúl iniciaron este viernes unas maniobras marítimas conjuntas destinadas a contrarrestar posibles lanzamientos de misiles desde Corea del Norte, ante las nuevas amenazas del régimen con probar proyectiles intercontinentales.
Los ejercicios, en los que participan buques destructores de los tres países, son los terceros de este tipo tras los realizados en junio y noviembre del año pasado, informó hoy el Ministerio de Defensa surcoreano.
El objetivo de las maniobras es mejorar las capacidades de detección ante un eventual lanzamiento de misiles por parte de Pyongyang y ensayar una respuesta coordinada, explicó un portavoz del Ministerio a la agencia surcoreana Yonhap.
El régimen norcoreano reafirmó su intención de probar un nuevo misil balístico intercontinental «en cuanto su liderazgo lo decida», a través de un artículo de opinión publicado por el diario Rodong, del Partido de los Trabajadores.
Asimismo, fuentes de inteligencia surcoreanas advirtieron en la víspera de que Pyongyang ha construido y preparado para su lanzamiento dos misiles balísticos intercontinentales (ICBM), lo que apuntaría a que Corea del Norte se dispone a probarlos a corto plazo.
Seúl considera que el régimen que lidera Kim Jong-un quiere poner a punto sus nuevas armas de largo alcance con vistas a exhibir músculo ante la inminente asunción del cargo del presidente electo estadounidense, Donald Trump.
El líder norcoreano ya afirmó en su mensaje de Año Nuevo que los misiles experimentales de alcance intercontinental norcoreanos estaban en la «fase final» de su desarrollo.
La última vez que Corea del Norte efectuó una prueba de un proyectil de largo alcance fue el 7 febrero de 2016, lo que unido a un ensayo nuclear realizado un mes antes llevó a que la ONU impusiera unas estrictas sanciones a Pyongyang.
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