El presidente de Brasil, Michel Temer, defendió la construcción de más cárceles en el país como un «primer paso» para solucionar la actual crisis penitenciaria que ha dejado cerca de un centenar de presos muertos en los primeros días del año.
«Lamentablemente (la crisis carcelaria) es un tema en evidencia. Espero que de aquí veinte años quien esté en este palco pueda decir que está construyendo solo escuelas», declaró Temer al entregar 61 ambulancias en Esteio, ciudad de la región metropolitana de Porto Alegre.
En la seguridad pública, añadió el mandatario, «la realidad actual nos lleva a la necesidad imperiosa de construir nuevos presidios».
No obstante, en declaraciones a periodistas después del discurso, Temer precisó que la construcción de más cárceles «no va a resolver (la crisis), pero es el primer paso porque la situación es dramática», y defendió que los presos «cumplan su pena en establecimientos de acuerdo con la naturaleza del crimen y edad».
Después del agravamiento de la crisis penitenciaria, el Gobierno autorizó el domingo el envío de tropas federales y nuevos equipamientos para las cárceles de los estados de Amazonas, Rondonia y Mato Grosso a fin de evitar nuevas reyertas como las producidas en los últimos días.
El estado de Amazonas, donde se han producido el mayor número de víctimas mortales a raíz de varias reyertas y motines en distintos centros penitenciarios de la capital regional Manaos, la más grave el pasado 1 de enero con 56 muertos, pidió «la ayuda de la Fuerza Integrada de Actuación en el Sistema Penitenciario».
La Policía Civil de Amazonas, que investiga si una serie de muertes en los últimos días en Manaos está relacionada con la matanza de la cárcel, cumplió este lunes su tercer día de operación integrada en la capital regional, con el «objetivo de proporcionar más seguridad a la población».
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