La canciller y vicepresidenta panameña, Isabel de Saint Malo, aseguró que los sobornos que Odebrecht pagó en Panamá eran un «secreto a voces», pero que ahora, que no hay «lugar a dudas», la empresa debe devolver el dinero que sustrajo.
«Con las publicaciones de fin de año (de la Justicia de Estados Unidos) eso dejó de ser un bochinche (chisme) y dejó de ser un secreto a voces, y es algo que está documentado», dijo De Saint Malo en una entrevista con el canal local de televisión RPC.
La canciller indicó que la información proveniente del Departamento de Justicia de EE.UU. sobre el pago de 59 millones de dólares en sobornos a funcionarios panameños y familiares entre 2009 y 2014, «deja en evidencia, sin lugar a dudas», que la constructora brasileña sí aplicó esta práctica en el país centroamericano.
La constructora pagó aproximadamente 788 millones de dólares en comisiones en más de 100 proyectos en 12 países de América Latina y África, de acuerdo a los documentos estadounidenses, revelados en diciembre pasado.
De Saint Malo destacó como prioritaria la investigación de estos hechos en su país y reconoció que el Ministerio Público (MP-Fiscalía) de Panamá requiere recursos y personal adicionales para su labor, pero aseguró que se le apoya con esto, sin precisar.
«Hago un llamado respetuoso de la separación de poderes, que el Órgano Judicial haga su parte. (…) El país tiene derecho a saber quién recibió estos dineros (…), cuánto recibieron (…), a que esta empresa le regrese al país lo que le corresponde», indicó la vicepresidenta.
El pasado 2 de enero De Saint Malo se refirió a la posibilidad de un acuerdo de pago, lo que dependerá de la Justicia panameña.
El Ministerio Público (MP, Fiscalía) panameño creó en diciembre una nueva fiscalía dedicada exclusivamente a casos de Odebrecht y liderada por cuatro fiscales anticorrupción.
La Fiscalía también anunció que pedirá mediante asistencia judicial información a Estados Unidos, después de un viaje de un grupo de sus representantes a Washington para conocer lo revelado por la Justicia de ese país el mes pasado.
El miembro del Consejo de Administración de Odebrecht y encargado de la nueva política anticorrupción de la empresa, Sérgio Foguel, calificó el pasado 22 de diciembre de «desvíos de conducta lamentables» el pago de sobornos por parte de la constructora a funcionarios de doce países de Latinoamérica y África.
Odebrecht Panamá expresó por su lado su «entera disposición» para cooperar con las autoridades del país, cuyo Ejecutivo, presidido por Juan Carlos Varela, ya anunció que la posibilidad de que la constructora participe en futuras licitaciones está supeditada a que colabore con las investigaciones locales y resarza al Estado.
La empresa brasileña, que tiene 8.000 trabajadores en Panamá, está actualmente involucrada en proyectos como la construcción de la Línea 2 del Metro de la capital panameña, por más de 1.857 millones de dólares; la renovación de la ciudad de Colón, por 537 millones de dólares, y la ampliación del aeropuerto de Tocumen, por cerca de 800 millones de dólares.
De Saint Malo indicó en la entrevista, televisada por RPC, que serán muy cuidadosos con las obras que se adelantan en el país y que serán firmes en respetar el marco legal de los contratos vigentes.
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