El regreso de La Liga Santander tras el parón de las selecciones mostró que los grandes ya no están para bromas, con goleadas sin piedad de Atlético de Madrid, Real Madrid y Barcelona, el día del regreso a los terrenos de juego de Leo Messi, que tardó menos de dos minutos en celebrarlo con un gol.
El sábado dejó un recital goleador de los tres candidatos al título, respondiendo cada uno con más músculo si cabe al mensaje de su rival. Tras una mañana que dejó el fin del maleficio del Sevilla a domicilio 23 jornadas después, entraron en escena los grandes.
Comenzó un Barcelona que no tuvo rival en el Deportivo de La Coruña (0-4). El conjunto gallego había empatado en sus dos últimas visitas al Camp Nou liderado por un futbolista al que añoran, Lucas Pérez.
Ahora no tiene gol y desde que Rafinha abrió el marcador, fue un juguete en manos del conjunto azulgrana, que no tuvo necesidad de forzar la máquina para que al doblete del centrocampista brasileño se sumase Luis Suárez para asaltar la cabeza de la clasificación de goleadores.
La plácida tarde dejó el regreso de Messi, una prueba con nota con la mente en la Liga de Campeones y el duelo ante el Manchester City de Pep Guardiola. Menos de dos minutos tardó en marcar. Así son los genios. Tres partidos sin el argentino acabaron ampliando las dudas del equipo de Luis Enrique, que las comenzó a despejar con firmeza.
El Vicente Calderón retomó el testigo en una jornada de fiesta para el Atlético de Madrid con el Día de las Peñas, que intentó aguar el colista Granada. Un golazo de Isaac Cuenca, que controló el balón y, girándose, sin dejarlo caer, enganchó una volea a la escuadra, parecía resucitar al equipo andaluz, pero el Atlético de Madrid dio el paso adelante que se espera en fútbol ofensivo y desató un vendaval.
Liderado por un futbolista en un momento mágico como Koke Resurrección, encontró en la verticalidad de Yannick Carrasco la clave inicial. El primer triplete de su carrera desató la diversión en el Calderón con un equipo ambicioso que siempre quiso más.
Se sumó con un doblete reivindicativo Gaitán, también Correa y hasta hubo espacio para curar heridas de lesiones superadas en Tiago, con un tanto que fue el broche a otra acción de alta calidad técnica de Carrasco, que vivió una tarde inolvidable en un sólido líder.
Empata a 18 puntos un Real Madrid que se levantó de la lona, de su primer momento de crisis de resultados del curso, y puso punto y final a una racha de cuatro empates, tres ligueros, con su mejor partido en la visita al Real Betis (1-6). El tanto inicial de Raphael Varane a los cuatro minutos quitó los nervios a los madridistas y dio paso a un fútbol de alto nivel que compaginó con contragolpes letales.
La figura de Marcelo es clave en el estado de salud madridista. Su regreso devuelve la alegría y desató la contundencia que añoraba la afición blanca. Goles de bella factura de Karim Benzema y un disparo a la escuadra de Isco Alarcón, que demostró con un doblete y un soplo de buen fútbol que merece más minutos, engordaron una goleada que no se cerró hasta que Cristiano Ronaldo no enterró también su pobre bagaje goleador en la Liga.
Firmó su segundo tanto y el fin a una goleada que dolió en la afición bética, que abroncó a sus jugadores y pidió el despido del entrenador Gustavo Poyet.
Contrasta con la alegría que se vive en la misma ciudad con Jorge Sampaoli, que firma el mejor inicio del Sevilla y al fin dio por finalizo un maleficio lejos de Nervión. No vencía desde el 23 de mayo de 2015, cuando lo hizo en Málaga.
Y fue en Leganés, ante un voluntarioso rival que llegó a igualar dos tantos de desventaja, pero con un tanto magistral de Sarabia que decantó la balanza. Su derechazo con rosca a la escuadra bien tiene ganado el premio (2-3) en un equipo que se suma al pulso por el liderato.
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