El líder conservador Mariano Rajoy (PP), será reelegido el sábado presidente del Gobierno español después de que el PSOE le garantizara el jueves la abstención, pero queda la incógnita de saber cuantos socialistas votarán «no», dado el debate interno que viven en el partido.
No obstante, el PSOE solo se ha comprometido a abstenerse en la investidura y anuncia una clara oposición a Rajoy durante la legislatura.
El jefe del Gobierno en funciones y candidato a la reelección trasladó este viernes a sus ministros que si el Ejecutivo logró en los últimos años superar los problemas económicos existentes en 2011, también puede superar las dificultades políticas que se auguran en la nueva legislatura, dijo la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, tras la reunión del gabinete.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), principal grupo de la oposición y tradicional alternativa de Gobierno al PP, decidió el pasado domingo abstenerse en la elección de Rajoy para desbloquear la situación política y evitar la convocatoria de unos terceros comicios, que según todas las encuestas le supondrían una pérdida de apoyos.
Esta decisión ha causado un fuerte debate tanto en el partido como entre los parlamentarios y se especula con que en torno a una quincena de ellos votarán «no» mañana, desobedeciendo la disciplina del grupo.
Pero entre todos, el foco estará en Pedro Sánchez, líder del PSOE hasta su dimisión el pasado 1 de octubre por oponerse a dicha abstención e insistir en que «no es no», como habían dicho desde las elecciones de diciembre pasado.
Sánchez no desveló el jueves qué votará mañana y respondió con un escueto «lo veréis» a las preguntas de los periodistas.
Los «noes» de un grupo de socialistas (unos 15 de los 84 diputados) no repercuten en la elección de Rajoy, pero son una muestra de la división que se vive en el PSOE, en la actualidad en menos de una gestora a la espera de un congreso que elija al nuevo secretario general.
En la primera votación del pasado jueves Rajoy fue rechazado como candidato al conseguir 170 votos a favor frente a 180 en contra, entre ellos los de los diputados socialistas, por lo que tendrá que someterse a una segunda votación este sábado.
Necesitaba mayoría absoluta (176 votos), pero en segunda convocatoria solo le hace falta mayoría simple (más síes que noes), que tiene garantizada con la abstención del PSOE.
Los diputados votarán a última hora de la tarde de sábado, 48 horas después de la primera elección.
La investidura de Mariano Rajoy pondrá el fin a más de 300 días de gobierno en funciones (con competencias limitadas), pero abrirá la incógnita de cuánto tiempo durará el nuevo Ejecutivo, ya que el PP no cuenta con apoyos suficientes -como se demostró ayer- para aprobar leyes fundamentales como los presupuestos.
Rajoy ofreció diálogo, valoró la abstención de los socialistas, y pidió al Parlamento que apoye un ejecutivo estable.
Sin embargo, el portavoz socialista, Antonio Hernando, le respondió en el debate que van a hacer «una abstención de investidura, no de legislatura» y que si el PP «quiere diálogo, tienen que rectificar».
Mientras se produzca la votación, habrá una manifestación en las proximidades del Congreso para protestar por la reelección de Rajoy, convocada por diversas organizaciones sociales, a la que acudirán los líderes de Podemos, Pablo Iglesias, y de Izquierda Unida, Alberto Garzón.
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