El presidente de Ecuador, Rafael Correa, viajó este martes a La Habana para asistir al acto de despedida del expresidente y líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, que tendrá lugar esta tarde en la Plaza de la Revolución.
Según la agencia pública Andes, Correa viajó acompañado de una delegación oficial y del secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el expresidente colombiano Ernesto Samper.
Junto a Correa viajaron en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira y Paola Pabón, secretaria Nacional de Gestión de la Política, entre otros.
Además, los ministros de Defensa, Ricardo Patiño; de Trabajo, Leonardo Berrezueta; de Cultura, Raún Vallejo y Lautaro Pozo, canciller en funciones.
Samper lamentó el fallecimiento de Castro e hizo un llamamiento a la unión de los pueblos de América ante los que calificó como «vientos fríos que vienen del norte», publicó Andes.
En su cuenta de Twitter, Correa escribió ayer: «Murió Fidel. Murió invicto, sólo los años lo pudieron derrotar. No hay hombre ni acción trascendente que no tenga contradictores, y Fidel y su revolución trascendieron su espacio y su tiempo. ¡Hasta la victoria siempre, Comandante!».
El pasado domingo, Correa reprochó un comentario sobre la muerte de Castro por parte del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien calificó al líder cubano como un «brutal dictador».
Esas son «Las palabras de un ignorante», aseguró Correa en su cuenta de Twitter, en la que colgó una información sobre los comentarios de Trump, quien también opinó que el régimen cubano es totalitario.
Esa percepción del futuro inquilino de la Casa Blanca es «una muestra de lo que puede esperar América Latina», agregó en su tuit el mandatario ecuatoriano, quien abandonará el poder en mayo de 2017.
El fallecimiento del líder cubano, de 90 años, se produjo a menos de dos meses de que el republicano Trump asuma la Presidencia de Estados Unidos.
En un comunicado de la oficina de transición presidencial, Trump declaró después de conocer sobre la muerte de Castro que el líder cubano fue un «brutal dictador» que «oprimió a su propio pueblo» y que dejó «un legado de fusilamientos, robo, sufrimiento inimaginable, pobreza y negación de derechos humanos fundamentales».
«Si bien Cuba sigue siendo una isla totalitaria, mi esperanza es que hoy marque un alejamiento de los horrores soportados durante demasiado tiempo y hacia un futuro en el que el maravilloso pueblo cubano finalmente viva en la libertad que tanto merece», dijo Trump.
Y afirmó que su administración hará todo lo posible para asegurar que el pueblo cubano pueda «iniciar finalmente su camino hacia la prosperidad y libertad».
El Gobierno de Ecuador, en cambio, dejó en claro su admiración por el legado de Fidel Castro.
En un comunicado oficial, la Cancillería ecuatoriana expresó «sus más sentidas condolencias al pueblo de Cuba y a su Gobierno por el fallecimiento de Fidel Castro Ruz, Comandante en
Jefe de la Revolución cubana y héroe de la lucha antiimperialista mundial».
Fidel Castro, hijo de padres españoles, falleció el pasado viernes a los 90 años en La Habana, tras una década alejado del poder por motivos de salud.
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