Empresarios solicitaron a las autoridades panameñas extremar las medidas de control a las chivas parranderas, tras el accidente ocurrido el pasado domingo, en donde un hombre cayó al agua en Cinta Costera III en extrañas circunstancias.
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Alrededor de 13 empresas se dedican a brindar estos servicios. Rafael Bermúdez, uno de los empresarios, que la chiva involucrada en el hecho funcionaba de manera ilegal, ya que no contaba con permisos como los que estipula la Alcaldía de Panamá.
Bermúdez denunció que las ilegalidades ocurren debido a que hay buses diablos verdes que
los sacan de ruta y los modifican para convertirlos en «chivas parranderas» sin el debido permiso. Tampoco cumplen con los eglamentos.
«Las chivas parranderas legales tenemos una ruta establecida, no paramos en cualquier lugar, como lo hizo ese conductor en la Cinta Costera», acotó Bermúdez, resaltando que la mayoría de los buses que son legales cuentan con baños en su interior para complacer las necesidades de sus clientes.
Rafael Bermúdez explicó que en reunión con la alcaldía se han dispuesto a tratar de identificar a las chivas legales y con permisos con algún tipo de calcomanía, de manera que puedan ser fácilmente identificadas por las unidades del tránsito y sepan así cuáles chivas cumplen con lo establecido por la alcaldía.
Los empresarios exhortaron a las autoridades a vigilar estas chivas clandestinas, ya que los está afectando porque los dueños de estos buses ilegales son los que andan realizando cierres de calles y actividades sin permisos.
En días pasados, un hombre que se encontraba a bordo de la Chiva parrandera cayó al agua en Cinta Costera III luego de que, según el conductor, hubiese pedido que el vehículo se parara para él poder orinar. Al parecer intentó saltar el muro y cayó al vacío.
FUENTES: Crítica.com.pa
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