El Gobierno de Panamá solicitó a sus ciudadanos tratar en lo posible de no viajar a Nicaragua mientras se mantenga la grave crisis que atraviesa dicho país desde el mes de abril ese país, en el que han muerto al menos 300 personas en protestas antigubernamentales.
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La canciller y vicepresidenta panameña, Isabel de Saint Malo, en rueda de prensa, señaló: «no podemos garantizar la seguridad de nadie ni tampoco la puede garantizar el propio Gobierno nicaragüense».
Del mismo modo, la canciller indicó que el Gobierno panameño está dándole «intenso» seguimiento al conflicto en Nicaragua. De Saint Malo aseguro: «hasta ahora no ha habido ningún contratiempo con los panameños residentes en Nicaragua».
«Hemos exhortado públicamente y de manera privada también a las autoridades nicaragüenses para que propicien una salida a esa crisis por la vía del dialogo, y sobre todo, detener la violencia que está generando tanto luto y dolor», agregó.
Nicaragua se encuentra inmersa en una de sus crisis más sangrienta desde 1980, cuando también estaba en el poder el presidente, Daniel Ortega, y ya son dos meses protestas antigubernamentales diarias, las cuales han sido brutalmente reprimidas por la policía y grupos paramilitares.
La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), una de las organizaciones social de renombre en el país, reveló esta semana que la crisis ya se ha cobrado la vida de al menos 310 personas, entre estos unos 20 menores de edad.
Los manifestantes exigen la salida de Ortega, quien lleva once años en el poder, y de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
FUENTE: Panamaamerica.com.pa
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