Cerca de un centenar de cubanos fueron interceptados durante el pasado enero en la selva del Darién, frontera natural entre Panamá y Colombia, y devueltos por las autoridades panameñas al país vecino, indicaron a Efe fuentes migratorias.
Los isleños, que pretendían cruzar Centroamérica en dirección a Estados Unidos, no llegaron a pisar suelo panameño y fueron obligados a dar media vuelta por los agentes del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), cuyos agentes no dependen del Servicio Nacional de Migración, explicó el director del mismo, Javier Carrillo, sin dar más detalles.
Los medios locales publicaron la semana pasada los testimonios de varios cubanos que decían haber sido expulsados a la fuerza cuando ya llevaban algunos días hospedados en una comunidad panameña de Darién.
Algunos isleños señalaron en videos aficionados que llegaron a ser maltratados por los agentes del Senafront y que fueron devueltos a Colombia incluso cuando gritaban que querían pedir asilo político en Panamá.
La información no fue confirmada por ese cuerpo de seguridad y el director de Migración, por su parte, dijo este lunes en declaraciones a Efe que desconoce lo ocurrido.
A principios del pasado enero, EE.UU. anunció la derogación con efecto inmediato de la política «pies secos/pies mojados», que se adoptó en 1995 y que daba a los cubanos la posibilidad de obtener la residencia permanente un año después de llegar a EE.UU., incluso si lo hacían ilegalmente, siempre que no fueran interceptados en el mar.
Antes del fin de esta política, Panamá dejaba que los cubanos cruzaran el país, pero con los cambios migratorios adoptados por EE.UU. la situación cambió y el Gobierno del país centroamericano anunció que iba a tratar a los isleños indocumentados de la misma manera que al resto de migrantes irregulares.
La medida migratoria anunciada por el expresidente Barack Obama pocos días antes de dejar la Casa Blanca era una larga demanda del Gobierno de Cuba, que trata de frenar el éxodo de cubanos de los últimos años, agudizado a raíz del deshielo diplomático y que hace un año provocó una crisis humanitaria en Centroamérica.
Según datos oficiales, Panamá recibió en 2016 más de 27.000 migrantes irregulares, la mayor parte de ellos cubanos, aunque también haitianos, africanos y asiáticos.
Además del centenar de cubanos, en enero de 2017 fueron deportados a sus países de origen un total de 81 extranjeros por distintos motivos, entre los que se encuentran la comisión de delitos o la falta de documentación en regla, añadió Carrillo.
La mayor parte de los deportados procedían de Colombia (19), República Dominicana (9) y Ecuador (9), aunque también había ciudadanos de Venezuela, China, Pakistán y Nicaragua, de acuerdo a las cifras oficiales.
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