El opositor Partido de los Trabajadores (PT) exigió este martes en el pleno del Senado de Brasil que las elecciones presidenciales previstas para 2018 sean anticipadas, frente a la nueva crisis de corrupción que afecta al Gobierno de Michel Temer.
«Estamos viviendo un momento de una gravedad única en la historia del país» y «la única salida es construir un gran pacto nacional» y convocar una «elección directa para inicios del próximo año», dijo el senador Humberto Costa, jefe del grupo del PT en esa cámara.
Costa aludió a denuncias de supuesta corrupción que han salpicado al presidente Michel Temer, a dos de sus más influyentes ministros y a casi medio centenar de políticos, en su mayoría vinculados a la base oficialista.
Las denuncias han sido atribuidas a antiguos directores de la constructora Odebrecht que han firmado un acuerdo de cooperación judicial a cambio de una futura reducción de penas, que implica la revelación de detalles sobre la red de corrupción que operaba en la estatal Petrobras.
Según Costa, todas las encuestas de opinión, que en su mayoría le atribuyen a Temer un apoyo que no pasa de 12%, «dicen que este es un Gobierno rechazado» por la mayoría de la población.
«Pero lo peor es que ahora este Gobierno ha sido alcanzado en su corazón por denuncias sumamente graves» que «lo dejan sin ninguna condición de llevar al país a alguna parte», declaró Costa.
El senador del PT, formación a la que pertenece la expresidenta Dilma Rousseff, destituida en agosto pasado y sustituida desde entonces por Temer, insistió en que Brasil tiene un Gobierno «ilegítimo» y producto de un «golpe parlamentario», que tras las denuncias hechas contra Temer y algunos de sus ministros «no podrá resistir».
Según Costa, los brasileños «no saben si en el próximo Carnaval», que será a fines de febrero, «van a tener el mismo presidente», por lo que insistió en la necesidad de anticipar los comicios previstos para octubre de 2018.
«Es necesario un gran pacto nacional entre los tres poderes para poder pensar en una salida a esta crisis», declaró Costa, entre los abucheos de la mayoría parlamentaria que respalda a Michel Temer.
Frente a esa reacción, el senador del PT afirmó que el Gobierno «hasta puede tener una mayoría parlamentaria, pero la enorme mayoría de la sociedad quiere que se vaya».
Costa se expresó en esos términos al inicio de los debates de una sesión en la que el Senado votará una de las más polémicas medidas de un severo plan de ajuste fiscal propuesto por el Gobierno, que plantea limitar el aumento del gasto público anual a la inflación del ejercicio inmediatamente anterior, por un plazo de 20 años.
La oposición sostiene que esa iniciativa congelará los aumentos reales del gasto, lo cual llevará a recortes en áreas que demandan de una ingente inversión, como la salud, la educación y la atención social.
Según una encuesta publicada hoy por el instituto Datafolha, al menos 60% de los brasileños está en contra de ese límite para el gasto, que solo cuenta con el apoyo de 24% de la sociedad.
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