La oposición venezolana tomó este miércoles más de mil centros de votación del país para informar a los ciudadanos cómo participar en la última etapa para activar un referendo para revocar el mandato presidencial al tiempo que denunció la supuesta amenaza de un fallo del Supremo en contra del proceso electoral.
Los partidos que conforman la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se distribuyeron en los diferentes puntos para indicar a los que apoyan el revocatorio cómo ser parte de ese 20 % de los inscritos en el registro electoral (casi 4 millones de personas) que finalmente activarán el referendo.
Esta recolección se realizará los días 26, 27 y 28 próximos si se despejan las amenazas que según la oposición se ciernen sobre el revocatorio y que se estarían cociendo en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que, supuestamente, ya tiene lista una medida cautelar para suspenderlo.
El dos veces candidato a la Presidencia de Venezuela Henrique Capriles, aseguró que el TSJ aún no ha publicado la medida por la «división» de opiniones sobre este fallo que, dice, existe entre los magistrados.
Y ante la posibilidad de que se apruebe esta medida, Capriles dijo que la respuesta inmediata que tienen que dar los venezolanos es «la toma de Venezuela para defender la Constitución» y «el derecho a que este país salga de esta situación».
«Si pretenden, si lanzan esa medida cautelar y pretenden robarle al pueblo venezolano la posibilidad de resolver esta crisis (…) vamos a tener, como el 1 de septiembre (pasado) la toma de toda Venezuela, una movilización del pueblo venezolano en aras de que haya justicia», reiteró.
Advirtió que la oposición ya ha estado «alertando al mundo, a la comunidad internacional» acerca de esta posibilidad de que se paralice el camino al revocatorio y que él particularmente se ha comunicado con los Gobiernos de países de América Latina «uno a uno».
Pidió «sensatez» a los magistrados que no están convencidos de aprobar esta medida cautelar y señaló que un fallo de esta naturaleza significaría «profundizar aún más la crisis» y abrir las puertas para que pase «cualquier cosa».
El presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, también reiteró la denuncia del posible fallo: «La sentencia que tienen lista es para matar el revocatorio antes del proceso de recolección de voluntades del 26, 27 y 28 porque le tienen terror a los millones de personas que van a salir en esos días».
Según el diputado esa medida se sustentará en la afirmación de que el proceso de promoción del revocatorio es fraudulento y que en el proceso de recolección del 1 % de las firmas para activar la primera etapa de requisitos «firmaron muertos y hubo suplantación de identidades».
Ramos Allup reclamó que el TSJ no aclara, sin embargo, que esos «eventuales vicios» fueron subsanados con la subsiguiente validación de las firmas, una etapa en la que los firmantes confirmaron que quieren revocar el mandato de Nicolás Maduro.
El parlamentario también aprovechó la ocasión para denunciar que la Sala Constitucional del TSJ también estaría preparando una decisión en su contra para allanarle su inmunidad y apresarlo, y usarlo así como «ejemplo» ante la mayoría opositora de la Cámara.
«Si a mí me citan para concurrir a ese pudridero, a esa cloaca, yo no voy a ir, yo no me voy a presentar a esa basura mal llamada Sala Constitucional del TSJ», dijo aunque aclaró que no se esconderá si lo quieren apresar.
También comentó, al igual que los principales voceros de la MUD, que el TSJ lanzó ayer una decisión en la que dictamina que Maduro puede presentar el presupuesto correspondiente al 2017 ante el Supremo y no ante el Parlamento como lo establece la Constitución, lo que fue declarado como «ilegal» y «sumamente grave» por la alianza.
Maduro dijo que «cumplirá» con la decisión del Supremo y que el viernes le entregará el presupuesto del año entrante.
En el mismo discurso, el gobernante dijo que regresó «más claro» de Turquía tras reunirse con su homólogo en ese país Recep Tayyip Erdogan, que le contó «detalles» del golpe de Estado que se intentó en su contra y aseguró que si algo así le sucede, será más severo que su par turco.
«Vengo ahora más claro, el que intente violar el derecho a la paz, la Constitución y algo que se parezca a un ataque terrorista o golpe de Estado, el presidente Erdogan quedará como un niño de pecho ante lo que yo voy a hacer», dijo.
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