La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una alerta este jueves sobre el aumento del sarampión en el mundo, con un incremento del 50% de los casos registrados con respecto al 2017.
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La directora del departamento de vacunas y productos biológicos en la OMS, Katherine O’Brien, declaró en una conferencia de prensa: «Cuando vemos los casos señalados aumentar 50%, sabemos que nos dirigimos por el mal camino».
«Nuestros datos muestran que hay un aumento substancial (del número) de casos de sarampión. Lo constatamos en todas las regiones. Observamos epidemias que se prolongan y se amplían», expresó O’Brien.
Dichas cifras son provisionales debido a que los países tienen hasta el mes de abril para anunciar los casos registrados en el año 2018.
De acuerdo con la OMS, a mediados del mes de enero, cerca de 229 mil casos de sarampión fueron señalados en el mundo para 2018, frente a 170 mil en 2017.
«Todas las regiones registraron un incremento de casos el año pasado», subrayó Katrina Kretsinger, responsable médica del Programa ampliado de vacunación de la OMS, y citó las epidemias en Ucrania, Madagascar, República Democrática del Congo, Chad y Sierra Leona. «En la región Europa, unos 83 mil casos fueron registrados en 2018 hasta ahora, entre ellos 53 mil en Ucrania».
El sarampión es una enfermedad grave y muy contagiosa, que puede se evitada con la implementación de dos dosis de una vacuna «segura y eficaz», según la OMS, la cual lamenta la difusión de falsas informaciones sobre la vacuna, en especial en los países ricos.
El sarampión puede ocasionar complicaciones debilitantes, e incluso fatales, como la encefalitis, la neumonía y la pérdida de visión. El riesgo de muerte y de complicaciones es mayor en los bebés y en los niños que sufren desnutrición o cuyo sistema inmunitario está debilitado.
En el 2018, el sarampión causó la muerte de unas 136 mil personas en el mundo, según la OMS. El número de casos de sarampión se redujo, por lo menos hasta el 2016, señaló Kretsinger.
«Retrocedemos con relación a los avances realizados y no retrocedemos porque carezcamos de los instrumentos para impedirlo; tenemos los instrumentos para evitar el sarampión. Retrocedemos porque no logramos vacunar» a los niños, destacó O’Brien.
Fuente: La Prensa
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