El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ensalzó este miércoles desde Atenas, cuna de la democracia, los valores de las libertades fundamentales y emplazó a todos los países a no olvidar que los gobiernos están para servir al pueblo y no al revés.
En un discurso de despedida pronunciado en el Centro Cultural Stavros Niarchos, Obama dijo que, ante la creciente desconexión de los ciudadanos de sus políticos, es necesaria una «estrategia económica, política y cultural incluyente», que sea mas efectiva a la hora de «responder a la necesidad de los ciudadanos».
Obama afirmó que la estabilidad e integración europea están entre los «principales logros de la historia de la humanidad» y recalcó que el mundo «necesita una Europa fuerte democrática».
No obstante, afirmó, las instituciones y gobiernos europeos se tienen que preguntar cómo hacer para que la gente se sienta escuchada.
Obama reconoció que la globalización ha generado muchos desequilibrios en un mundo, donde «el presidente de una compañía gana más en un día que un trabajador en todo un año».
Mucha gente, aseveró, «siente que pierde el control y quiere volver atrás» pero, remarcó el presidente demócrata estadounidense, «no podemos buscar soluciones mirando atrás, sino hacia adelante».
En un discurso que giró prácticamente en su totalidad en torno a la democracia, Obama señaló que, pese a sus múltiples defectos, sigue siendo el mejor modelo político.
«Los políticos tienden a ser impopulares en democracia, independientemente del partido al que pertenecen, porque en democracia no obtienes el cien por cien de lo que quieres», señaló.
Pese a ello, añadió, es la mejor de todas las alternativas, porque es el modelo que permite superar pacíficamente diferencias y corregir errores.
«Cada resultado de una elección, cada legislación…puede corregirse a través del proceso democrático», recalcó.
Llevando el tema al contexto de su país, afirmó que la democracia en Estados Unidos «es mas grande que cualquier persona» y que por ello es importante garantizar una «transición pacífica del poder».
«El próximo presidente, Donald Trump, y yo no podríamos ser mas distintos, tenemos puntos de vista distintos, pero la democracia estadounidense es mas grande que cualquier persona», dijo.
Obama comenzó su segunda y última jornada en Grecia con una vista a la Acrópolis, que, reconoció, fue uno de los motivos principales de su visita a Atenas.
A continuación, dio un paseo por el Museo de la Acrópolis situado a los pies del monte sagrado, antes de desplazarse al Centro Cultural Stavros Niarchos, situado en la periferia de Atenas.
Tras su discurso, el presidente estadounidense emprendió viaje hacia Berlín.
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