El exdictador panameño Manuel Antonio Noriega fue sometido el martes a dos operaciones de cerebro por un tumor benigno y las próximas horas «son decisivas» para su recuperación, informó a Efe su abogado, Ezra Ángel.
Noriega, de 83 años, fue intervenido en una primera ocasión en la mañana de este martes, pero una hemorragia que sufrió estando en cuidados intensivos obligó horas después a una segunda operación, que logró controlar el sangrado.
«Las próximas horas son decisivas», dijo Ángel, quien precisó que el exdictador está en «estado crítico» y bajo sedación en la sala de cuidados intensivos del estatal hospital Santo Tomás, en la capital, y que al menos «va a tomar un par de días» su recuperación.
En un primer momento Ángel señaló que la operación había sido exitosa, pero ya en cuidado intensivos sufrió la hemorragia cerebral que pudo ser consecuencia de una subida de tensión o de un problema con las plaquetas, de acuerdo al defensor.
Decenas de medios de comunicación se encontraban este martes en las afueras del Santo Tomás, hospital adonde también llegaron las tres hijas del exgeneral, Sandra, Lorena y Thays, quienes pidieron a la dirección del hospital no dar ningún detalle sobre la situación clínica de su padre.
La familia había mantenido hermetismo en torno a la situación del anciano exgeneral, quien gobernó de facto Panamá entre 1983 y 1989, hasta que se dio la crisis de la hemorragia cerebral.
«Está por segunda vez (este martes) en el quirófano, siendo intervenido por una hemorragia cerebral que le descubrieron después de haber salido ya de la operación» a la que fue sometido horas antes, dijo Sandra Noriega en declaraciones a Efe.
La intervención estaba prevista en un principio para el 15 de febrero pasado, pero tuvo que ser aplazada porque faltaban por conocerse los resultados de unas pruebas médicas.
El abogado de Noriega había comentado esta mañana temprano a los medios locales, antes de la primara operación, que el exgeneral estaba «un poco nervioso» y que confiaba en Dios para salir bien de la cirugía, considerada de alto riesgo.
Noriega padece una serie de dolencias propias de su edad, las cuales, según sus médicos, se han venido agravando debido al tumor cerebral que, incluso, llegó a afectar su parte motora.
El exgeneral, quien fue ingresado el lunes la hospital, estuvo preso en la cárcel El Renacer desde que llegó a Panamá en 2011, pero el pasado 28 de enero se le concedió arresto domiciliario temporal por recomendación médica.
Los doctores señalaron que la prisión no era un lugar apto para el preoperatorio y postoperatorio de una intervención de semejante magnitud.
El abogado Ángel dijo este martes a los medios locales que una vez que los médicos le den el alta a Noriega, en una fecha que no ha sido precisada, los jueces deberán decidir si extienden la medida de arresto domiciliario, que en principio fue aprobada por tres meses.
Noriega, derrocado por una cruenta invasión estadounidense en 1989, fue extraditado a Panamá tras cumplir más de 20 años de cárcel en Estados Unidos y Francia por narcotráfico y blanqueo.
En su país cumple tres condenas que suman más de 60 años por la desaparición y el homicidio del guerrillero izquierdista Hugo Spadafora, por la muerte del militar opositor Moisés Giroldi y por la denominada Masacre de Albrook, en 1989.
En 2010, la justicia panameña abrió una nueva causa penal en su contra por su presunta responsabilidad en la desaparición, en 1970, y posterior muerte del dirigente izquierdista Heliodoro Portugal, pero el juicio está suspendido desde hace un año por los problemas de salud que aquejan al exdictador.
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