El fabricante nipón de vehículos Mitsubishi Motors tuvo una pérdida neta de 219.595 millones de yenes (1.910 millones de euros) entre abril y septiembre por el impacto del falseo de datos de consumo en varios de sus minivehículos.
En el mismo período del año precedente, Mitsubishi se anotó un beneficio neto de 52.076 millones de yenes (452 millones de euros), explicó este viernes la empresa con sede en Tokio en un comunicado.
En ese semestre, primera mitad del ejercicio fiscal nipón, la empresa registró un resultado bruto de explotación (ebitda) negativo de 28.371 millones de yenes (245 millones de euros), cuando un año antes se anotó 58.517 millones de yenes (508 millones de euros).
Por otra parte, sufrió unas pérdidas operativas de 58.426 millones de yenes (507 millones de euros) entre abril y septiembre, y su facturación se redujo 19,2% hasta los 864.872 millones de yenes (7.521 millones de euros), precisó la empresa.
La caída en los resultados de la primera mitad del año fiscal nipón (que finaliza el 31 de marzo de 2017), se debieron principalmente al «impacto negativo que ha tenido la interrupción de la producción derivado de las pruebas de eficiencia inapropiadas», explicó la compañía en el comunicado.
La empresa de los tres rombos indicó que otros de los factores negativos fueron el «incremento de los costes para adoptar medidas de calidad en los mercados» y la apreciación del yen frente a otras divisas.
Mitsubishi admitió en abril que manipuló datos de eficiencia en varios minivehículos (aquellos con motores de menos de 660 centímetros cúbicos) y que usó métodos de homologación no aceptados en Japón durante los últimos 25 años.
En cuanto a sus ventas de automóviles, Mitsubishi comercializó 436.000 unidades en el mundo entre abril y septiembre, un 16 por ciento menos que en el mismo período de 2015.
El retroceso estuvo motivado sobre todo por la aguda caída de las ventas en Japón, que se desplomaron 37% hasta las 17.000 unidades, debido al escándalo del falseo de datos de minivehículos, modelos muy populares en el país asiático.
Basándose en estos resultados, la empresa prevé unas pérdidas netas de 145.000 millones de yenes (1.260 millones de euros) en el ejercicio en curso, y registrar un beneficio operativo de 25.000 millones de yenes (217 millones de euros), 81,9% menos.
Su facturación por ventas ascenderá a 1,91 billones de yenes (16.611 millones de euros), 15,8% inferior.
A raíz de los problemas económicos que ha acarreado para Mitsubishi el falseo de datos de consumo de sus vehículos, la también nipona Nissan Motors adquirió 34% de las acciones de la empresa.
La semana pasada, el presidente de Nissan, Carlos Ghosn, confirmó que asumirá también el liderazgo de Mitsubishi Motors con el objetivo de «reconstruir la confianza» en la compañía.
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