La canciller alemana, Angela Merkel, presentó este miércoles a su ministro de Asuntos Exteriores, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, como el «candidato correcto» para la presidencia del país, emanado del consenso entre su gran coalición de Gobierno.
«Estoy convencida de que es el candidato correcto», afirmó la jefa del Gobierno al formalizar la candidatura de su ministro acompañada de los otros líderes de su coalición -el socialdemócrata Sigmar Gabriel y el socialcristiano bávaro Horst Seehofer-, además del titular de Exteriores.
Steinmeier, quien ya había ocupado la cartera de Exteriores en la primera legislatura de Merkel (2005-2009), cuenta «con el respaldo ciudadano», dijo la canciller, es un político «leal», «reconocido también más allá de las fronteras de nuestro país», y la persona adecuada para la presidencia «en estos tiempos convulsos».
El ministro afirmó que asume el encargo «como una enorme responsabilidad» y destacó que en momentos complejos a escala global, entre los que citó el «brexit», la situación en Turquía y el resultado de las elecciones en EEUU, hay que buscar caminos que impliquen «respeto al otro», en lugar de la «confrontación».
La presentación de Steinmeier sigue al consenso alcanzado el lunes entre las respectivas ejecutivas de la coalición -la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD)- para la sucesión del actual presidente, el independiente Joachim Gauck.
La elección corresponde a la Asamblea Federal, una cámara mixta integrada por los 630 diputados del Bundestag (Parlamento) más el mismo número de representantes de los «Länder», que está previsto se reúna el próximo 12 de febrero.
El consenso a favor de un socialdemócrata se ha interpretado en medios alemanes como una victoria para el líder del SPD, el vicecanciller y ministro de Economía Gabriel, o incluso una renuncia de Merkel a tratar de presentar un candidato propio.
Gabriel recordó a este respecto que el cargo presidencial está por encima de partidismos y que históricamente fueron varios los jefes del Estado que dejaron en suspenso su militancia.
Desde la CDU se ha venido insistiendo asimismo estos días en la imparcialidad de que está revestido el cargo presidencial, mientras entre los medios dominó la consideración de que la designación de Steinmeier es una derrota para Merkel.
Las filas de la CDU/CSU trataron inútilmente de dar con un candidato propio capaz de superar la elección de la Asamblea Federal y tampoco prosperó, por el rechazo bávaro, la propuesta alternativa de presentar como tal al primer ministro de Baden-Württemberg, el verde Winfried Kretschmann.
A ello se une que Gauck se convirtió en presidente en 2010, tras la dimisión entre sospechas de corrupción de Christian Wulff, de la CDU, quien había sucedido veinte meses antes a Horst Köhler, también de las filas de Merkel, quien renunció por disonancias con la canciller.
La presidencia de la República Federal de Alemania (RFA) tiene un carácter eminentemente representativo, entre cuyas competencias entra refrendar con su firma las leyes previamente aprobadas por el legislativo.
En esta ocasión, la sucesión presidencial se producirá seis meses antes de los comicios generales, por lo que se considera también una ocasión para medir las fuerzas entre los partidos.
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