Los médicos determinaron que los riñones de Miguel Ignacio, quien fue víctima de una explosión en el P.H. Costamare el 31 de mayo, funcionaban “muy bien” y que presenta “signos vitales estables”, por ello certificaron que está “avanzando”.
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El menor Miguel Ignacio Muñoz Lima, de cinco años de edad y quien presentó graves quemaduras en la explosión de un P.H. Costamare, fue trasladado el 5 de junio al Hospital Shriner (en Galveston, Texas) por los integrantes de la Fundación Abou Saad Shriners, en donde se espera que se recupere de las quemaduras que presenta en el 70% de su cuerpo.
El menor, su madre y hermano tuvieron quemaduras en la mayoría de sus cuerpos luego de una explosión por gas en su apartamento en el P. H. Costamare.
El hermano de de 10 meses de Miguel Ignacio falleció debido a las quemaduras, y su madre, que presenta quemaduras en el 90% de su cuerpo, fue trasladada a un hospital de Galveston.
El parte médico del 9 de junio pasado reveló que el pequeño “pasó muy bien la noche” del 8 de junio e, incluso, la enfermera informó que fue la mejor noche desde que está en el Hospital Shriner.
Además, tiene “los signos vitales estables”. Sus pulmones están reaccionando bien. Solo tiene un poco de líquido que hay que drenar.
Los neumonólogos que siguen su caso indican que pronto esperan retirarle el ventilador para que respire por sí solo.
El 7 de junio iniciaron la alimentación de forma completa. Sin embargo, notaron que el organismo no lo estaba tolerando de manera adecuada.
Por ello, el sábado realizaron los reajustes a la dosis de alimentación en busca del balance adecuado para Miguel Ignacio.
Fuente: La Prensa
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