La primera ministra británica, Theresa May, instó este lunes al mundo empresarial a «adaptarse y reformarse» para promover una nueva forma de capitalismo que «reparta la prosperidad» y permita asegurar el éxito del «brexit».
May alertó de la necesidad de «hacer que la globalización funcione para todos» durante un discurso ante el congreso anual de la patronal de empresarios Confederación de la Industria Británica (CBI, en inglés), en el que insistió en que la salida de la Unión Europea (UE) ofrece al Reino Unido «grandes oportunidades».
La líder conservadora dijo a los empresarios, que pidieron «certidumbre» en cuanto a la relación con la UE, que el Gobierno «ofrecerá claridad» siempre y cuando esto no socave la negociación con Bruselas, que anticipó «compleja» y con inevitables concesiones por ambas partes.
Sí aseguró que dará prioridad a cerrar un acuerdo para regular el estatus de los inmigrantes comunitarios en territorio británico y de los británicos expatriados en la Europa continental.
«Quiero un acuerdo rápido para los nacionales europeos en el Reino Unido y para los británicos en el extranjero», afirmó la jefa del Gobierno, que respondió así a la preocupación del sector de que el «brexit» puede comportar una escasez de mano de obra cualificada.
May se comprometió a negociar con Bruselas un acuerdo «que beneficie al Reino Unido y a la UE», e insistió en que el «brexit» ofrece a este país la oportunidad de convertirse en «el verdadero líder mundial del comercio libre».
La primera ministra advirtió no obstante de que el voto favorable a la salida de la UE del pasado 23 de junio expresó no solo el deseo de abandonar el bloque europeo, sino que fue una llamada de atención de que «el capitalismo y la globalización no están funcionando para todo el mundo».
«Necesitamos un nuevo enfoque, que permita que todo el mundo se beneficie del crecimiento económico», declaró, para incidir en que esa es la única manera de preservar los intereses del capitalismo, al que está comprometido su partido.
«Si apoyamos los mercados libres, valoramos el capitalismo y respaldamos a la empresa -y lo hacemos-, debemos hacer todo lo posible para preservar la fe en todo eso», manifestó.
La manera de mantener esa «fe» en el sistema, afirmó, es «aceptar la reforma», lo que implica erradicar los excesos y garantizar que «la prosperidad llega a todas las comunidades» y «a las nuevas generaciones».
En este sentido, adelantó que el Gobierno someterá en breve a consulta pública un «Libro Verde» con propuestas para la mejora de la gobernanza corporativa, que incluirá cambios sobre la composición de los Consejos de Administración para asegurar el acceso de mujeres y minorías.
May, que durante el discurso sufrió varios accesos de tos que le impedían hablar, se distanció de una promesa anterior de incluir en las directivas a representantes de los empleados, al afirmar que «consultará» con las empresas «la mejor manera» de hacerlo.
«Hay que encontrar un modelo que funcione», dijo, para alivio de los empresarios congregados, que en general se oponen al principio de incluir a los trabajadores en los órganos de gobierno.
La secretaria general de la confederación sindical TUC, Frances O’Grady, criticó posteriormente la aparente capitulación de la líder «tory» y comentó que «esta no es la manera de gobernar para la gente corriente», objetivo declarado de May.
La primera ministra también adelantó que el titular de Economía, Philip Hammond, detallará el miércoles en la llamada Declaración de Otoño, cuando expone sus prioridades presupuestarias, varias medidas para potenciar el crecimiento y la inversión.
Prometió el impuesto de sociedades «más bajo» del G20 (las economías más industrializadas) -está previsto que baje de un 20 a un 17 % para 2020- y unos 2.000 millones de libras (2.200 millones de euros) anuales para financiar iniciativas de investigación y desarrollo científico.
Indicó que podrían introducirse incentivos fiscales para las empresas que innoven, así como ayudas para la construcción de infraestructuras.
Para clausurar el congreso, en el que intervienen directivos de empresas como Facebook o Barclays, pronunciará un discurso el líder del opositor Partido Laborista, Jeremy Corbyn, que prevé detallar su propuesta de un banco nacional de inversiones y su visión para el «brexit».
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