El legendario exboxeador panameño Roberto «Mano de piedra» Durán relató varias de las mejores anécdotas de su destacada carrera boxística, una de ellas vivida con el fallecido líder cubano Fidel Castro, en el lanzamiento mundial de su autobiografía en Ciudad de Panamá.
Durán, en un coloquio con motivo de la presentación de «Yo soy Durán. Mi autobiografía», con el reconocido comentarista panameño Juan Carlos Tapia, señaló que conoció Castro por una invitación que le hizo a Cuba el general panameño Omar Torrijos (1929-1981).
La presentación del libro, editado en inglés y español por Penguin Random House, tuvo lugar en la librería El Hombre de La Mancha, que tiene la distribución exclusiva de esta obra en Panamá
El cuatro veces campeón mundial resaltó que visitó la isla caribeña en 1974 tras ganarle al puertorriqueño Esteban De Jesús, y que en su primer encuentro con el líder de la revolución cubana éste le recriminó por haberle dado la espalda antes de darle la mano para tomarse una foto de grupo con Torrijos.
«Él (Castro), al estilo vaquero, se mete el puro en la boca y se queda mirando como quien dice: a mí nadie me ha hecho eso», indicó Durán.
Recordó además que Castro, quien murió el pasado 25 de noviembre a los 90 años edad, le preguntó igualmente acerca de cómo vería una pelea entre la leyenda del boxeo cubano Teófilo Stevenson (1952-2012) y Muhamad Alí (1942-2016).
El mítico boxeador panameño narró que respondió «lo mata, lo mata» y Castro le volvió a preguntar: ¿Stevenson a Muhamad Alí?. «No, le dije, al revés, Muhamad Alí lo mata», ya que, explicó, el púgil estadounidense hacía pelea de 15 asaltos y el cubano solo 3 como aficionado.
En la charla con Tapia, que estuvo condimentada con bromas y mezclada también con el lenguaje áspero y desenfadado por el que se conoce a Durán, éste reveló que su pelea «más difícil» fue la que ganó por nocaut técnico en el décimo asalto a su compatriota Ernesto «Ñato» Marcel, el 16 de mayo de 1970.
Afirmó que además de haber sido difícil esta pelea con Marcel, también se le complicó porque las autoridades de boxeo no se la querían aprobar porque para esa época tenía apenas 17 años de edad.
Igualmente confesó que cuando se ganó en 1972 su primer título y destronó al campeón mundial ligero, el escocés Ken Buchanan, su manejador de entonces, el empresario panameño Carlos Eleta, no le pagó «ni un real», pero que con lo poco que le dieron, afirmó, «me pegué una borrachera de las buenas».
Igualmente Durán dijo que respeta las opiniones de quienes han dicho que él se vendió en la segunda pelea con Sugar Ray Leonard en noviembre de 1980, al dejar el combate y perder el título welter que le había ganado unos meses antes, pero que, expresó, «en condiciones nadie me gana» y que eso fue lo que ocurrió, pues no las tenía.
El mítico boxeador incluso contó que entre una de sus anécdotas más destacadas está la vez en que empezaba a salir con su esposa, Felicidad, y en una sala de baile una persona le ofreció pagarle 200 dólares si podía noquear a un caballo.
Durán rememoró que aceptó la apuesta pero solo para tumbar al caballo y no para noquearlo, y que lo logró siguiendo el consejo del hombre que le recomendó que le pegara detrás de la oreja al animal.
En cuanto al lanzamiento de su autobiografía, la leyenda del boxeo mundial dijo a Efe que todo lo que aparece en este libro «es original porque todo lo hablé yo (al periodista que lo escribió, el cubano estadounidense George Díaz)», al contrario de otro que se lanzó en Londres sin su autorización.
«Tengo una memoria extraordinaria y me acuerdo de todo, le doy gracias a Dios porque de todo lo que ha pasado en la vida me lo sé como si hubiera nacido ayer», añadió Durán.
Tapia, por su lado, dijo a Efe que la autobiografía «es la vida de Durán, no está escrita por él pero está narrada por él, y Díaz se basó exactamente en lo que dijo Roberto Durán y lo que han dicho» sus familiares.
En 2014, «Mano de Piedra» Durán, quien fue excampeón mundial en cuatro divisiones, fue seleccionado para entrar al Salón de la Fama del Boxeo de Las Vegas, en Estados Unidos.
Durán, quien se retiró oficialmente en enero de 2002, tiene su nombre inscrito en los salones de la fama de Canastota, Nueva York, y de Los Ángeles, después de compilar récord de 119 encuentros.
Conocido también como «El Cholo», Durán fue campeón en las divisiones ligera, welter, súper welter y mediana entre 1972 y 1989
Amasó un récord de 103 victorias, 70 de ellas antes del límite, 32 decisiones, 1 retiro (el controvertido abandono «No más» y pérdida del título welter el 20 de noviembre de 1980 ante Sugar Ray Leonard, a quien se lo había ganado el 20 de junio de ese año) y 16 derrotas (4 nocauts).
En 1999 fue considerado como uno de los más grandes púgiles del siglo XX, junto a los exmonarcas pesados Joe Louis, Muhammad Alí y Rocky Marciano, y el excampeón welter y mediano, Sugar Ray Robinson, entre otros.
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