Los republicanos conservaron el control de ambas cámaras del Congreso de Estados Unidos en los comicios legislativos celebrados el martes paralelamente a las elecciones presidenciales, según las proyecciones de los principales medios estadounidenses.
Por tanto, los conservadores dominarán el Legislativo estadounidense al menos los próximos dos años, lo que le permitirá al republicano Donald Trump un cómodo mandato en la Casa Blanca.
Los demócratas tenían ciertas opciones de recuperar la mayoría en el Senado, donde se han renovado un tercio de los cien asientos, pero los conservadores han conseguido conservar la mayoría (54 frente a 46), aunque será menos holgada.
«Los republicanos ganaron porque teníamos las mejores opciones (…) e hicimos todos los preparativos para competir en un contexto político volátil», afirmó el presidente del Comité Senatorial Nacional Republicano, Roger Wicker.
En Illinois, la demócrata Tammy Duckworth arrebató su asiento al conservador Mark Kirk, logrando estrechar el margen con los republicanos, que mantuvieron sus escaños en Arizona, Florida, Georgia, Iowa, Indiana, Kentucky, Carolina del Norte, Ohio y Wisconsin.
La latina Catherine Cortez-Masto consiguió conservar para los demócratas el asiento del hasta ahora líder de la minoría demócrata, Harry Reid, quien desde hace décadas representa a Nevada en la Cámara Alta estadounidense pero se retira en este ciclo electoral.
Con ella, Estados Unidos contará con la primera senadora latina de la historia.
En Florida, el senador cubano estadounidense Marco Rubio fue elegido para otros seis años más, frente a la opción demócrata de Patrick Murphy.
Rubio, de 45 años y nacido en Miami, fue elegido en 2010 para su primer mandato como congresista federal para el periodo 2011-2016, después de haber presidido la Cámara Baja de Florida, y fue uno de los precandidatos republicanos para la Presidencia del país.
Lo mismo ocurrió en Ohio, con el senador republicano Robert Portman, uno de los legisladores que ganó con mayor holgura, así como con el histórico Chuck Grassley en Iowa.
El experto en elecciones estadounidenses, John Fortier, explicó que, de hecho, el Senado estadounidense iba a estar mucho más dividido y ajustado que antes de los comicios, lo que garantiza dificultades para su efectividad en los próximos años.
Mientras tanto, en la Cámara Baja, el senador estatal de Nueva York Adriano Espaillat será el primer dominicano en sentarse en el Congreso de Estados Unidos, tras imponerse hoy en los comicios a su rival republicano, Tony Evans, en el distrito 13 de Nueva York.
Asimismo, los demócratas recuperaron un par de asientos en la Cámara de Representantes en algunos distritos de Florida, con la victoria del puertorriqueño Darren Soto y la de Stephanie Murphy frente al republicano John Mica.
El presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, conservó su escaño con facilidad en Wisconsin, aunque su continuidad como líder de los republicanos en la Cámara de Representantes está por ver ante la sorpresiva victoria del magnate neoyorquino.
En cualquier caso, como explica Fortier, los resultados legislativos de los comicios también evidencian una división dentro del seno del Partido Republicano, ya que existe una fuerte presencia de un área ultraconsevardora que polarizará las decisiones de la propia bancada conservadora.
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