La madre del fiscal argentino Alberto Nisman, Sara Garfunkel, dijo en Miami (EE.UU.) que espera que se esclarezca la muerte de su hijo, quien fue hallado muerto en 2015 días después de denunciar a la entonces presidenta Cristina Fernández, y la de otras víctimas de «atentados» en Argentina.
En un breve discurso ante unas 250 personas que asistieron a un homenaje con motivo del segundo aniversario de la muerte de Nisman, Garfunkel expresó el dolor de haber perdido a su hijo.
Señaló que el que pierde a su madre es un huérfano, pero que no hay palabras para describir a la madre que pierde a su hijo.
Minutos antes, el rabino Ramiro Mario Rojzman dijo en la ceremonia que la idea de un supuesto suicidio «era imposible» al considerar que se trataba de un hombre en la cúspide de su carrera.
Nisman, de 51 años, fue hallado el 18 de enero de 2015 muerto de un tiro en la cabeza en su apartamento de Buenos Aires.
Hasta ahora la justicia no ha establecido si el fiscal se suicidó, fue inducido a pegarse un tiro, como opina la exfiscal del caso Viviana Fein, o fue asesinado por personas desconocidas, como defienden la familia.
En el evento, realizado en una sinagoga y organizado por exalumnos del Colegio Tarbut de Olivos, de Buenos Aires, radicados en Miami (EE.UU.), participó también el diputado argentino Waldo Wolff.
En entrevista previa con Efe, Wolff, del gobernante frente Cambiemos, criticó que el «talón de Aquiles de Argentina es la justicia».
Por eso el diputado no se aventuró a decir si alguna vez se llegará al fondo de la verdad sobre la muerte del fiscal ni si la expresidenta Fernández (2007-2015) será juzgada en relación con la denuncia que Nisman hizo contra ella por encubrimiento de terroristas poco antes de morir.
La ceremonia sirvió además para recaudar fondos para un aula que llevará el nombre de Nisman en el Colegio Tarbut de Olivos, en el norte de Buenos Aires.
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