El jefe de la delegación de paz del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle, pidió la unidad de los colombianos en torno al nuevo acuerdo de paz con las FARC, luego de que no se alcanzara un consenso sobre lo pactado con los líderes del «no» que se impusieron en el plebiscito del pasado 2 de octubre.
«Llegó la hora de avanzar. Llegó la hora de unirnos alrededor de este nuevo acuerdo, de este acuerdo mejorado y ajustado, para implementarlo, proteger lo alcanzado y avanzar hacia la consolidación del fin del conflicto y la construcción de la paz», manifestó De la Calle.
Los negociadores de paz del Gobierno se reunieron anoche en Bogotá durante seis horas con los líderes del «no» encabezados por el expresidente Álvaro Uribe, y representantes de víctimas para explicarles «en todo detalle el nuevo acuerdo», alcanzado el pasado 12 de noviembre en La Habana, pero en ese encuentro persistieron las diferencias.
«El país y los colombianos no pueden seguir viviendo en la incertidumbre», afirmó De la Calle en una declaración divulgada por el Gobierno.
Según recordó el funcionario, desde que se conocieron los resultados del plebiscito, el presidente Juan Manuel Santos instruyó a su equipo negociador para iniciar un diálogo con los principales promotores del «no» con el fin de escuchar sus inquietudes y recibir sus propuestas para mejorar el acuerdo con las FARC firmado el pasado 26 de septiembre e Cartagena de Indias.
Una vez completada esa fase se llevaron las propuestas a la delegación de las FARC en La Habana, y así se alcanzó el nuevo acuerdo que los líderes del «no» aún no aceptan como definitivo porque no están satisfechos con todo lo modificado.
«En ningún momento el presidente Santos ni nadie del equipo negociador ofreció a los voceros del ‘no’ la posibilidad de revisar el acuerdo antes de su cierre», advirtió el jefe negociador.
De la Calle subrayó la necesidad de implementar cuanto antes el acuerdo para impedir nuevos hechos de violencia que pongan en riesgo todo el proceso.
«A lo largo de esta semana se hizo evidente la fragilidad del cese al fuego, con el primer incidente ocurrido en el sur de Bolívar en el que perdieron la vida dos integrantes de las FARC», afirmó.
Citó además el asesinato de varios líderes comunitarios y defensores de derechos humanos en el sur del país, por lo cual concluyó que «la situación de violencia se ha agravado».
«Esto demuestra la urgencia de implementar cuanto antes el acuerdo de paz», señaló.
Por su parte, el partido Centro Democrático, liderado por Uribe, dijo hoy en un comunicado que los representantes del «no» y de las víctimas insistieron ante los delegados del Gobierno en que es necesario un «acuerdo nacional para introducir unas modificaciones al acuerdo ajustado entre el Gobierno y las FARC».
Sin embargo, señalaron que el Gobierno negó esa posibilidad al decidir que unos cambios propuestos «no son revisables», por lo que pidieron una reunión con los jefes de las FARC aprovechando que el secretariado (mando colegiado de esa guerrilla), llegó ayer a la capital colombiana para discutir la implementación del nuevo acuerdo con los negociadores oficiales.
«Tenemos toda la disposición de dialogar con el Gobierno y la FARC sobre las modificaciones en los temas referidos. Para este diálogo proponemos aprovechar la presencia en Bogotá de los líderes de la FARC», afirmaron.
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