James vivió una noche «mágica» y Leonard se convirtió en ídolo
LeBron James, alero de los Cavaliers de Cleveland. (EFE)

James vivió una noche «mágica» y Leonard se convirtió en ídolo

La noche inaugural de la nueva temporada de la NBA no pudo comenzar con mayor intensidad y contrastes después de ver al alero LeBron James en una jornada mágica y a Kawhi Leonard como nueva estrella.

Los tres fueron protagonistas con sus respectivos equipos de los Cavaliers de Cleveland, que recibieron los anillos de nuevos campeones de la NBA; los Spurs de San Antonio, que jugaron por primera vez en 20 temporadas sin el legendario pívot Tim Duncan y los Warriors de Golden State con su nueva estrella Kevin Durant.

James, que hizo posible el sueño de darle a los Cavaliers su primer título de liga y el primero nacional que llegó de nuevo a Cleveland en 52 años, volvió a ser la gran figura que recibió el anillo de campeón, hizo de líder indiscutible, dio discurso pleno de motivación y luego arrolló en la pista a los Knicks de Nueva York a los que los Cavaliers vencieron por paliza de 117-88.

Por primera vez en la historia del equipo, el banderín de campeones de la NBA colgó del techo el Quicken Loans Arena, que se vistió de gala para seguir como centro de atención del mundo del deporte profesional estadounidense.

Aunque a corta distancia también los seguidores del béisbol de las mayores disfrutaban de otro partido histórico que disputaron los Indios de Cleveland, campeones de la Liga Americana, ante los Cachorros de Chicago, de la Liga Nacional, y que ganaron por otra barrida histórica de 6-0.

Para ellos tuvo James palabras de aliento y apoyo de cara a que puedan conseguir un titulo del «Clásico de Otoño», que sería el primero que lograsen desde que tuvieron el último en 1948.

Luego llegó la hora de la acción y James no perdió tampoco tiempo en ser el jugador más completo de los Cavaliers al aportar un triple-doble de 19 puntos (9-14, 0-3,1-2), 11 rebotes y 14 asistencias en 32 minutos de acción.

James logró su cuadragésimo tercer triple-doble, mientras que el base Kyrie Irving llegó a los 29 puntos que lo dejaron como máximo encestador y también símbolo del triunfo que lograron la pasada temporada en las Finales de la NBA.

El ala-pívot Kevin Love los apoyó al conseguir un doble-doble de 23 puntos, 12 rebotes –10 defensivos–, recuperó tres balones y dio dos asistencias.

Los Cavaliers no pudieron haber comenzado mejor la nueva temporada y celebrar la entrega de los anillos del primer título de su historia y de la ciudad en 52 años.

Leonard brilló con luz propia al anotar 35 puntos, la mejor marca de profesional, y lideró a los nuevos Spurs, sin el pívot Tim Duncan, al triunfo de visitantes por 100-129 ante los Warriors de la pareja de estrellas formada por Curry y Durant.

La noche que se proyectaba como histórica para la nueva formación de los Warriors, que año pasado batió todas las marcas, incluida la una racha inicial de temporada de 24-0, vio como los Spurs, con los que debutó el pívot español Pau Gasol, fueron en todo momento los mejores en el campo.

De ahí, que el doble-doble de 27 puntos y 10 rebotes que aportó Durant en su debut con los Warriors no tuvieron ningún efecto positivo porque el equipo nunca mostró sincronización entre todos los jugadores, especialmente con Curry, su nuevo compañero.

Los Spurs ganaron por primera vez en el Oracle Arena de Oakland por primera vez desde el 11 de noviembre del 2014 cuando se impusieron 110-113.

Leonard anotó 31 puntos al concluir el tercer periodo, mientras que el ala-pívot LaMarcus Aldridge aportó un doble-doble monumental de 26 puntos y 14 rebotes.

El legendario entrenador de los Spurs, Gregg Popovich, de nuevo le ganó la batalla desde el banquillo a un par de sus discípulos como son Steve Kerr, máximo responsable de los Warriors y su asistente principal Mike Brown.

Los Warriors vieron como Curry, el defensor del premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la pasada liga, llegó a los 26 puntos, pero anotó sólo 3 de 10 triples, sin que pudiese ser factor ganador.

Durant reconoció que la derrota había sido una «bofetada en la cara» que debía servirles de ejemplo y Kerr admitió que el equipo jugó mal, muy mal en la primera parte como grupo y debían pensar en el próximo partido, hacer mejor las cosas y olvidarse de una noche de pesadilla.

El base Damian Lillard hará todo lo contrario, no se olvidará con facilidad el haber anotado 39 puntos que lo dejaron como el máximo encestador de la jornada y también de su equipo de los Trail Blazers de Portland que vencieron por 113-104 a los renovados Jazz de Utah.

La victoria permitió a los Trail Blazers llegar a las 16 consecutivas en los partidos disputados en su campo en la jornada inaugural.


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