La huelga que desde la noche de este jueves y hasta el mediodía del viernes realizaron los pilotos de la estatal Aerolíneas Argentinas y su subsidiaria Austral afectó a 18.000 pasajeros y 223 vuelos, según confirmaron a la agencia de noticias EFE portavoces de la compañía aérea.
Sólo en el aeropuerto para vuelos domésticos y regionales de Buenos Aires se vieron afectados 72 vuelos, mientras que en el aeropuerto de Ezeiza, el principal de Argentina, fueron 21 los vuelos afectados, entre nacionales e internacionales.
La compañía aérea busca reubicar a los pasajeros «con la mayor celeridad» posible, pero calcula que le llevará entre cuatro y siete días normalizar y reubicar a los viajeros de vuelos de cabotaje e internacionales afectados por esta huelga.
Aerolíneas Argentinas habilitó una línea telefónica para que los afectados puedan modificar o cancelar sus vuelos.
La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), que representa a trabajadores de Aerolíneas Argentinas, y la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), que reúne a pilotos de Austral, declararon en la noche de este jueves un cese de actividades como reclamo ante una «falta de diálogo» para reabrir negociaciones salariales.
El secretario adjunto de UALA, Genaro Trucco, dijo a EFE «comprender» el «perjuicio que están causando» a los usuarios, aunque responsabilizó por la situación a la empresa.
Trucco afirmó que hubo una «inacción» por parte de la compañía ante los reclamos de los pilotos para recomponer sus salarios. «No hablamos de aumentos de sueldo sino de compensaciones por la inflación», señaló.
La medida de fuerza fue convocada por los gremios tras vencer una conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo y durante la cual, según los sindicatos, el diálogo con la empresa no avanzó.
Por su parte, la presidenta de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini, calificó hoy al paro como «sorpresivo».
«Yo ni siquiera me había sentado en la mesa para discutir las paritarias, así que estábamos en unos niveles muy primarios de la negociación», dijo Costantini en declaraciones a radio Mitre, de Buenos Aires.
Precisó que los sindicatos inicialmente pidieron un aumento del 60 % para luego rebajar su pretensión al 45 %, una solicitud que, a su juicio, «no tiene lógica» frente a los «niveles actuales de inflación».
«Estos números son de alguien que no quiere negociar y prefiere el conflicto», consideró.
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