La organización Human Rights Watch (HRW) envió este viernes una carta al papa Francisco en la que aseguró que, para que haya un «diálogo fructífero» entre el Gobierno de Venezuela y la oposición que no sea «una distracción», debe reconocerse «la responsabilidad» de las autoridades en la crisis.
«De lo contrario, solamente ofrecerá una nueva distracción a las autoridades venezolanas para demorar las medidas urgentes que son necesarias para proteger los derechos humanos y restablecer un mínimo orden democrático en Venezuela», aseguró el director para América de HRW, José Miguel Vivanco, autor de la misiva.
Vivanco denunció las detenciones de líderes opositores y periodistas por parte del Gobierno del presidente Nicolás Maduro, así como la «profunda crisis humanitaria que está afectando gravemente el bienestar de los venezolanos y viola sus derechos a la salud y la alimentación».
«En este contexto, un diálogo entre el Gobierno y la oposición en Venezuela no es una conversación entre iguales, sino todo lo contrario», remarcó el dirigente de la organización defensora de los derechos humanos.
Vivanco señaló que, por un lado, se encuentra «un régimen autoritario que concentra un enorme poder y que lo ha usado deliberadamente para reprimir y cometer abusos contra opositores».
«Del otro lado, hay una oposición que defiende las funciones y facultades de una Asamblea Nacional democráticamente electa que es víctima de ataques del oficialismo, y cuya esperanza de que haya un referéndum revocatorio constitucional para expresar la voluntad popular ha sido truncada por el Gobierno», agregó.
Pese al inicio del inminente diálogo con la mediación del Vaticano, la oposición venezolana mantuvo hoy la agenda de protestas contra el Gobierno en medio de un creciente clima de crispación y la aguda crisis política y económica que vive el país.
Maduro aseguró que «llueva, truene o relampaguee» participará en la reunión de inicio de un diálogo político con la oposición este domingo, que se celebrará en la isla de Margarita (Nueva Esparta, este) y cuenta con el respaldo del Vaticano y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Por su parte, la oposición ha mostrado divisiones al respecto.
El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, indicó ayer que «(tenemos) la decisión de ir el domingo a decirle al representante del papa y a los representantes del Gobierno la necesidad de retomar de manera urgente la agenda electoral para solventar esta crisis».
Todo ello, después de que el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles apuntara previamente que la oposición no asistiría a la cita de la isla de Margarita, anunciada el lunes por el enviado del papa Francisco a Venezuela, Emil Paul Tscherring.
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