El gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, advirtió este viernes que este estado brasileño se está volviendo «ingobernable», en medio de una severa crisis y contundentes protestas de los empleados públicos.
Pezao pidió una «tregua» a la Secretaría del Tesoro Nacional tras la decisión de la administración central de bloquear unos 94 millones de dólares de las cuentas del estado de Río por el impago de deudas y adelantó que, si no lo consigue, no descarta pedir una intervención federal en Río.
«Conversé con Temer (Michel Temer, presidente de Brasil) y con el secretario del Tesoro Nacional y pedí un período de tregua del Tesoro», explicó hoy el gobernador en una entrevista con la radio CBN.
Michel Temer reconoció también que la situación de Río es «muy seria» y que el ministro de Defensa, Raul Jungmann, está «preocupadísimo» con el tema de la seguridad del estado.
La pasada semana, el gobernador de Río pidió recursos a Temer para enfrentar la crisis de su administración, pero el presidente de Brasil argumentó que varios estados del país arrastran números rojos en sus cuentas.
Pezao, del gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), anunció un severo plan de ajuste que incluye recortes en gasto social, en salarios de los empleados públicos y en cultura, con el objetivo de equilibrar las cuentas del estado, que el pasado junio, en vísperas de los Juegos Olímpicos, declaró una situación de «calamidad financiera».
Los retrasos en el pago de sueldos y el plan de austeridad desataron esta semana varias protestas en Río, la más conflictiva el pasado martes, cuando miles de empleados públicos, en su mayoría policías, bomberos y agentes penitenciarios, se movilizaron frente a la sede de la Asamblea Legislativa.
Cientos de manifestantes asaltaron la Asamblea, la ocuparon durante un par de horas y provocaron graves destrozos en su interior.
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