El muy apretado margen que separa la votación del candidato presidencial oficialista, Lenín Moreno, de un umbral mínimo para ganar la Presidencia, mantiene la tensión electoral en Ecuador, que desde el domingo pasado, tras la jornada de votaciones, espera con drama el resultado final de los comicios.
Con el 97,2% del escrutinio de actas electorales, Moreno obtiene el 39,31% de votos, 69 centésimas por debajo del umbral del 40% para ganar la Presidencia sin necesidad de una segunda vuelta electoral.
En tanto, el candidato opositor, el exbanquero Guillermo Lasso, con el 28,25%, reclama del Consejo Nacional Electoral (CNE) el resultado definitivo, seguro que su rival no alcanzará el umbral mínimo, debido a la tendencia ya marcada que le hace sospechar que no llegará al 40%.
Por eso, un nutrido grupo de simpatizantes del movimiento CREO, de Lasso, mantienen una vigilia a las afueras de la sede del CNE en Quito, con el objetivo de que el organismo anuncie el resultado final que, para ellos, no puede ser otro que el de confirmar la segunda vuelta electoral.
El propio Lasso presidió la vigilia, aunque algo más aliviado luego de que el titular del CNE, Juan Pablo Pozo, asegurara que, de acuerdo a la tendencia estadística, resultaba improbable que Moreno llegara al 40%.
«No nos podemos mover de aquí hasta que reconozcan oficialmente la segunda vuelta», dijo Lasso a la muchedumbre y agregó que las autoridades deben «mirar cara a cara al pueblo ecuatoriano» y decirle que respetarán su voluntad.
Lasso pidió a sus seguidores mantener la paz y no caer en provocaciones, aunque aupó con ganas la consigna de «Fuera Correa, fuera», el estribillo que la oposición ha coreado en los últimos dos años exigiendo la salida del poder del presidente izquierdista Rafael Correa.
El exbanquero, además, hizo un guiño a todo el espectro de grupos de la oposición a sumarse en su lucha para derrotar a Moreno en la segunda vuelta, pues señaló que en conjunto suman un 65 por ciento del electorado que no votó por el oficialismo.
De su lado, Moreno, esperanzado en la posibilidad matemática, aún abriga la posibilidad de completar el 40%, aunque dijo estar preparado para una segunda ronda electoral.
El candidato oficialista llamó a la ciudadanía a esperar los resultados oficiales del CNE y reconoció que la demora en el anuncio definitivo puede deberse a las actas rezagadas de los sectores rurales que, tradicionalmente, tardan en ser procesadas.
El presidente Correa no ha estado ausente del debate y, más bien, reclamó una cuenta voto a voto para esclarecer el resultado final.
Correa dijo que la oposición no sólo perdió en la elección presidencial, sino también en la de legisladores, parlamentarios andinos y la consulta popular impulsada por él sobre paraísos fiscales.
El mandatario deploró algunos comentarios de políticos opositores que han llamado a protestas para «defender la democracia» y exigir al CNE ratifique la segunda vuelta electoral.
Los opositores «ahora quieren ‘incendiar’ Quito. ¡Cuánta prepotencia! Quito: te defenderemos. Los votos deciden, no unos cuantos prepotentes», escribió Correa en su cuenta de Twitter.
«Tanta violencia para impedir que se cuenten los votos, ¿acaso es que saben algo que nosotros no? Nada está dicho. Que se cuente hasta el último voto, y si hay segunda vuelta, los volveremos a derrotar», añadió el mandatario.
El CNE se había fijado como plazo máximo hasta mañana miércoles para anunciar los resultados definitivos, tras resolver las inconsistencias numéricas en algunas actas de escrutinio que han demorado el proceso.
Sin embargo, el presidente del CNE calificó de «histórico» el avance del escrutinio, pues recordó que en el pasado el anuncio de los resultados oficiales finales tardaba hasta veinte días.
Pozo reiteró que, por responsabilidad con el país, el anuncio oficial sobre los resultados de la elección presidencial se efectuará cuando se haya completado el procesamiento del cien por cien de las actas de escrutinio.
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