Estados Unidos tendrá embajador en Cuba después de medio siglo
DeLaurentis podría convertirse en el primer embajador norteameriano en Cuba después de medio siglo (EFE)

Estados Unidos tendrá embajador en Cuba después de medio siglo

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio hoy un paso más hacia la normalización de las relaciones con Cuba al proponer al diplomático Jeffrey DeLaurentis, actual jefe de misión estadounidense en La Habana, como próximo embajador del país en la isla.

No obstante, su llegada al cargo puede no ser tan sencilla.

«Hoy, estoy orgulloso de nombrar a Jeffrey DeLaurentis para ser el primer Embajador de EE.UU. en Cuba en más de 50 años. El liderazgo de Jeff ha sido vital a lo largo de la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, y el nombramiento de un embajador es un paso adelante hacia el sentido común en una relación más normal y productiva entre nuestros dos países», dijo Obama.

«No hay ningún servidor público más adecuado para mejorar nuestra capacidad de comprometernos con el pueblo cubano y promover los intereses de Estados Unidos en Cuba que Jeff», aseveró el mandatario tras enviar su nombramiento al Senado estadounidense, que deberá confirmarlo.

La Cámara Alta de EE.UU., de mayoría republicana, ha puesto en aprietos al mandatario a la hora de confirmar sus nombramientos para cargos públicos, destacando dos casos paradigmáticos, el de la embajadora en México, Roberta Jacobson, y el del juez nominado para el Tribunal Supremo, Merrick Garland, este último aún a la espera.

Sin embargo, conocedor de las dificultades que atraviesa con un Congreso controlado por los conservadores ha escogido a DeLaurentis para el puesto, alguien que, en palabras del senador demócrata Patrick Leahy, uno de los más activos a favor del acercamiento a Cuba, era «la elección evidente».

«Tener un embajador hará que sea más fácil abogar por nuestros intereses, y se profundizará nuestra comprensión, incluso cuando sabemos que vamos a seguir teniendo diferencias con el Gobierno cubano», agregó Obama.

«Es exactamente el tipo de persona que queremos que represente a Estados Unidos en Cuba, y solo nos perjudicamos a nosotros mismos no siendo representados por un embajador», insistió para convencer a los legisladores.

Por su parte, Leahy, quien junto a senadores como el republicano Jeff Flake o la demócrata Amy Klobuchar han impulsado el acercamiento a Cuba, insistió en que DeLaurentis «es un diplomático de carrera universalmente respetado por sus compañeros y por los demócratas y republicanos en el Congreso».

«La decisión de reanudar las relaciones diplomáticas con Cuba ha recibido un amplio apoyo, y el número de estadounidenses que viajan a Cuba está aumentando drásticamente. Necesitamos un embajador que conozca Cuba, que sea respetado por el Gobierno cubano, y que defienda los intereses y valores de Estados Unidos. Jeff es esa persona», aseveró el senador por Vermont.

Pero las objeciones de los senadores opuestos radicalmente al aperturismo con Cuba no se hicieron esperar.

El senador por Florida Marco Rubio, uno de los más fervientes opositores al asunto, aseguró en un comunicado que la nominación de Obama debe quedar en papel mojado.

«Al igual que la liberación de todos los terroristas de Guantánamo y el envío de dinero de los contribuyentes de Estados Unidos al régimen iraní, premiar al Gobierno de (Raúl) Castro con un embajador de EE.UU. es otro intento del presidente por dejar un legado, y tenemos que pararlo», aseguró el legislador cubano estadounidense.

«Un embajador de EE.UU. no va a influir en el Gobierno de Cuba, que es un régimen dictatorial y cerrado. Esta nominación debe ir a ninguna parte hasta que el régimen de Castro haga un progreso significativo e irreversible en las áreas de derechos humanos y la libertad política para el pueblo cubano, y hasta que se aborden las preocupaciones de larga data sobre el robo del régimen cubano de la propiedad y los delitos contra los ciudadanos estadounidenses», agregó.

Rubio es uno de los senadores republicanos que han prometido bloquear el nombramiento de un posible embajador para La Habana, y fue él quien precisamente protagonizó el bloqueo sobre la nominación de Jacobson en México, quien tuvo que esperar casi un año para poder tomar posesión del cargo.

La confirmación de DeLaurentis supondría un gesto altamente significativo, y equilibraría la balanza entre las dos naciones, ya que Cuba cuenta con su embajador en Washington, José Cabañas, desde septiembre del año pasado.


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