El Real Madrid se impuso con oficio al América mexicano en la semifinal del Mundial de Clubes (0-2) y jugará la final ante el Kashima nipón, tras un partido con más dificultades por el cambio horario y su largo viaje que por lo deportivo, con tantos de Karim Benzema y Cristiano Ronaldo.
El Real Madrid cumplió con su objetivo sin excesos de brillantez pero con eficacia. Con dos goles cuando cada una de las partes iban a terminar que premiaron su trabajo de desgaste sobre el rival. Fue muy intermitente durante la primera parte, pese a la mayor posesión de la que hizo gala ante un América que salió a jugar con mucha intensidad.
Los mexicanos, alentados por una escasa pero colorida barra de aficionados, se acercaron más de lo esperado al área blanca en el primer acto con disparos de Peralta y Romero, que se marcharon desviados, y más tarde de Ibarra y Willian, en este caso bien atajados por Keylor Navas.
El Real Madrid no se empezó a soltar de verdad hasta que Cristiano Ronaldo cabeceó al palo un servicio de un Lucas Vázquez muy activo por los costados. El Balón de Oro 2016 estaba deseoso de brillar y con mucha voluntad lo volvió a intentar poco después desde fuera del área después de que la barrera rechazara su propio disparo, pero Muñoz rechazó bien el zambombazo del portugués.
Los blancos acabarían esperando a que el telón de la primera parte estuviera por caer para descorchar el partido. Con el crono en el descuento, Modric dejó con espacio en la frontal a Kroos, que adivinó la carrera de Benzema para que este resolviera cruzando con exquisitez ante la salida del meta mexicano.
Al cuarto de hora de la reanudación Cristiano tuvo el segundo tras un servicio de Lucas Vázquez, pero Muñoz volvió a ser fundamental para desbaratar el gol. La jugada la inició de nuevo Modric, que volvió a ser la brújula del Madrid y estuvo en casi todas.
El Real Madrid superó con comodidad los minutos que debían servir para el intento de reacción mexicana y se acomodó a jugar al contragolpe. Modric lo intentó de media chilena tras remate fallido de Cristiano, pero el intento se marchó fuera.
Más sereno gracias al gol de Benzema, el Madrid apretó hasta que de nuevo marcó con el reloj sobre la hora cuando, James habilitó a Cristiano, que batió a Muñoz.
La jugada fue objeto nuevamente del controvertido arbitraje por vídeo puesto en práctica en el torneo por un supuesto fuera de juego del portugués. Tras unos momentos de confusión, el paraguayo Cáceres atendió a las indicaciones del centro de control y concedió el tanto, que selló definitivamente la victoria blanca.
El Real Madrid jugará la final del Mundial de Clubes en este mismo escenario de Yokohama el próximo domingo con el Kashima Antlers nipón, que en la víspera se impuso en la otra semifinal del torneo por 0-3 ante el Atlético Nacional colombiano.
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