Durante la Audiencia General de este 30 de enero de 2019 en el Aula Pablo Vi, el Papa Francisco recordó su viaje apostólico a Panamá y resaltó la emoción que sintió durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
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El Papa invitó a dar gracias al Señor por la JMJ y agradeció también a las autoridades civiles, eclesiales y a los voluntarios «por su acogida calurosa y familiar, la misma que hemos visto en la gente que en todas partes se apresuró a saludar con gran fe y entusiasmo”.
El Santo Padre destacó el gesto de los numerosos padres y madres que alzaban en brazos a los niños cuando pasaba el papamóvil como diciendo: “he aquí mi orgullo, he aquí mi futuro”.
“¡Cuánta dignidad en este gesto y cuánto es elocuente para el invierno demográfico que estamos viviendo en Europa! El orgullo de esa familia son los niños, la seguridad de esa familia son los niños, el invierno demográfico sin hijos es difícil, ¿no?”, expresó.
El Papa Francisco recordó que esta JMJ fue precedida por el encuentro de cinco días entre los jóvenes indígenas y afroamericanos “un bello gesto” para el Sumo Pontífice.
Sin muros
El Papa destacó que a la jornada acudieron jóvenes de todo el mundo con lo que se formó una gran «sinfonía de rostros e idiomas, típica de este evento”.
“Ver todas las banderas desfilar juntas, danzar en las manos de los jóvenes alegres por encontrarse es un signo profético, un signo en contracorriente respecto a la triste tendencia actual a los nacionalismos conflictuales que alzan los muros, que se cierran a la universalidad, al encuentro con los pueblos”, explicó el Pontífice quien agregó que «es un signo que los jóvenes cristianos son en el mundo levadura de paz”.
Fuente: Metro Libre
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