La revista estadounidense Smithsonian aseguró que un joven, que murió hace 700 años, es el caso más antiguo de cáncer descubierto hasta ahora en América Central.
La información se generó del estudio de un esqueleto humano hallado en 1970 por la fallecida arqueóloga Olga Linares en Cerro Brujo, Bocas del Toro.
Los restos habían permanecido en una caja desde hace más de 20 años. Cuando la científica del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), Nicole Smith-Guzmán, inició sus investigaciones detectó una masa calcificada grumosa en el húmero de un brazo.
Se desconoce cuál fue el tipo de cáncer que tenía y tampoco se precisó si el padecimiento le habría causado la muerte al adolescente, de entre 14 y 16 años.
Fuente: TVN
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