Las Fuerzas Armadas de Filipinas se encargarán de los grandes capos del narcotráfico y las zonas conflictivas del sur del país como parte de la «guerra contra las drogas» del presidente Rodrigo Duterte, según un acuerdo firmado este martes con la agencia antidroga (PDEA).
El Ejército «solo estará involucrado en operaciones de alto impacto y detención de objetivos de alto valor», aseguró el coronel Edgard Arevalo, jefe de la Oficina de Asuntos Públicos de las Fuerzas Armadas, citado en un comunicado sobre la firma del acuerdo.
El pacto aclara finalmente cuál será el papel de los militares en la -por ahora suspendida temporalmente- campaña antidroga, después de que Duterte les instara a principios de mes a participar de forma activa.
El coronel explicó que las Fuerzas Armadas «no tomarán parte en el tokhang», como se conoce a las polémicas operaciones callejeras de agentes policiales y patrullas vecinales que han costado la vida a más de 7.000 supuestos narcotraficantes y adictos desde el pasado junio hasta enero.
Además de perseguir a los capos del narcotráfico, el Ejército se encargará de llevar a cabo operaciones en las áreas al sur del país «afectadas por conflictos, particularmente donde persisten las condiciones para la insurgencia, el secesionismo y el terrorismo», según el comunicado.
En virtud del acuerdo suscrito, las Fuerzas Armadas y la PDEA también protagonizarán intercambios de inteligencia, formación y apoyo legal, además de coordinarse en la puesta en marcha de operaciones contra la droga en todo el país.
El pasado 2 de febrero, Rodrigo Duterte ordenó al Ejército tomar la iniciativa en su «guerra contra las drogas» tras reconocer que la Policía había llevado a cabo prácticas abusivas bajo el paraguas de esta polémica campaña.
La guerra antidroga fue suspendida a finales de enero de manera temporal por el presidente, que prometió centrarse primero en llevar a cabo una «limpieza» en la Policía Nacional.
Duterte dejó claro que, una vez lleve a cabo la «limpieza», reanudará su controvertida cruzada contra las drogas y la prolongará hasta el final de su mandato, que concluye en el año 2022, y no solo hasta junio de este año como estaba previsto.
Varios políticos favorables a Duterte y el jefe de la Policía Nacional, Ronald de la Rosa, instaron los pasados días al presidente a reanudar cuanto antes la campaña.
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