El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, rechazó este viernes la acusación del senador Antonio Trillanes de que escondió grandes sumas de dinero «negro» y prometió dimitir del cargo si es capaz de demostrar lo contrario.
«Si Trillanes puede demostrar su acusación de que he acumulado ilegalmente 48 millones de dólares o si en mi cuenta hay un solo depósito de 10 millones de dólares, dimitiré inmediatamente», dijo Duterte en un comunicado.
El mandatario aconsejó a Trillanes, uno de los políticos más críticos con su Administración, «que acuda a los tribunales y presente el caso» y que «deje de abrir la boca, ya que de todos modos no tiene nada que decir».
El senador acusó el jueves al jefe de Estado de haber atesorado millones entre 2006 y 2015 en cuentas no declaradas y le exigió hacer público su historial bancario.
Para sustentar su acusación, Trillanes mostró documentos con el registro de supuestas cuentas bancarias propiedad de Duterte de 2006 a 2015, periodo en el que el presidente filipino fue alcalde de Davao (sur).
Los tres hijos adultos del mandatario y su actual pareja, Honeylet Avanceña, también aparecen en las cuentas presentadas por el senador.
El jefe de Estado afirmó que los documentos esgrimidos por Trillanes solo prueban su «ignorancia» sobre asuntos bancarios, y precisó que los ingresos registrados a nombre de Avanceña son completamente legales y provienen de su actividad como empresaria.
En su campaña como candidato a la vicepresidencia en las elecciones del pasado mayo, Trillanes ya denunció que Duterte había acumulado grandes sumas sin declarar y de dudosa procedencia.
«Esto es realmente un asunto antiguo y obsoleto. Ya respondí a esta acusación antes de ser nombrado presidente», lamentó hoy Duterte, quien ya rechazó cualquier actividad ilícita cuando era candidato pero sin hacer públicas sus cuentas.
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