Representantes de Corea del Norte y Suecia se reunieron en Pyongyang para tratar la situación de los dos ciudadanos estadounidenses y el canadiense detenidos en el país asiático, informó este viernes la agencia estatal KCNA.
El director general del Departamento Europeo número 2 del Ministerio de Exteriores de Corea del Norte (cuyo nombre no fue revelado por el medio) se reunió recientemente con el embajador de Suecia en Pyongyang, Torkel Stiernlöf, según KCNA.
La embajada sueca suele cumplir la función de enlace entre Pyongyang y países con los que el régimen norcoreano no tiene relaciones diplomáticas.
En este sentido, la reunión podría revelar cierta voluntad de negociación del régimen de Kim Jong-un con la nueva administración de Washington, de acuerdo con algunos expertos en asuntos coreanos.
En la cita, ambos abordaron «la visita de un funcionario consular al ciudadano canadiense Lim Hyeon-soo, que cumple condena de prisión tras ser sentenciado a trabajos forzados de por vida por cometer actos contra la RPDC (Corea del Norte)», indicó el medio norcoreano.
KCNA añadió que «el embajador planteó la cuestión de la visita de un funcionario consular a los criminales estadounidenses detenidos en la RPDC», en referencia a los dos ciudadanos de Estados Unidos que también permanecen apresados en Corea del Norte y condenados a trabajos forzados.
El representante de Pyongyang «subrayó la posición del Gobierno de la RPDC de que toda cuestión en las relaciones con EE.UU. se trata según la ley de tiempos de guerra para hacer frente a los graves actos hostiles de la administración Obama», según la agencia norcoreana.
Es destacable que Corea del Norte haya recuperado el tema de esos extranjeros detenidos tras meses de silencio, lo que podría indicar que el régimen tiene voluntad de negociar con la próxima administración de EE.UU. liderada por Donald Trump tras el bloqueo total del diálogo bajo el período del presidente Barack Obama.
Los estadounidenses detenidos en Corea del Norte son Kim Dong-chul, un sexagenario de origen surcoreano capturado en una zona fronteriza con China, y el joven estudiante Otto Frederick Warmbier, que presuntamente trató de robar un cartel de propaganda en el hotel en el que se alojaba como turista.
Ambos fueron condenados este año a 10 y 15 años de trabajos forzados respectivamente, mientras el canadiense recibió su sentencia de trabajos forzados de por vida en diciembre de 2015.
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