El Tribunal Constitucional de Corea del Sur celebra este lunes la última audiencia sobre el proceso de destitución de la presidenta Park Geun-hye, promovida por el Parlamento por su supuesta implicación en el escándalo de la «Rasputina».
La mayor instancia judicial del país afronta la última vista del «impeachment» de Park después de que el primer ministro y presidente en funciones de Corea del Sur, Hwang Kyo-ahn, notificara su decisión de no dilatar la investigación, según informó la agencia local Yonhap.
La mandataria, quien no ha comparecido en ninguna de las sesiones anteriores en virtud de su inmunidad, tampoco lo hará, pero sí enviará su testimonio por escrito a través de sus abogados.
Los investigadores, quienes desde el principio trataron de interrogar a Park -a quien consideran una figura clave en el caso-, habían pedido más tiempo para llegar al fondo del asunto.
De haberse aceptado la extensión, el equipo habría tenido un mes adicional para indagar en el caso.
Por su parte, los tres principales partidos de la oposición anunciaron que buscarán también el «impeachment» del presidente interino por su negativa a ampliar el plazo de la investigación.
Dado que las tres formaciones ostentan 166 de los 300 escaños de la Asamblea Nacional (Parlamento), la propuesta para destituir a Hwang podría ser aprobada con facilidad si se presenta ante las Cortes.
El Parlamento ya aprobó en diciembre de 2016 destituir a Park, a quien la fiscalía del país asiático considera cómplice en el caso de corrupción encabezado por Choi Soon-sil, conocida como la «Rasputina surcoreana» por su cercanía a la mandataria.
Park está acusada de haber permitido a Choi intervenir en asuntos de Estado, sin ostentar cargo público alguno, y haberse confabulado con su amiga para que esta extorsionara dinero a empresas para quedarse con parte de los fondos y lograra privilegios académicos para su hija.
Park se ha negado a comparecer tanto en las deliberaciones del Constitucional como en las sesiones del caso de corrupción y tráfico de influencias, pero ha negado todas las acusaciones a través de sus representantes legales.
La decisión final de la moción está en manos del Constitucional, que tiene hasta junio para decidir si la respalda.
Si la destitución de Park saliera adelante, Corea del Sur tendría que celebrar elecciones presidenciales en los siguientes 60 días.
Incluso en el caso de que el Constitucional rechace el «impeachment» parlamentario, los comicios para elegir al jefe de Estado de Corea del Sur tienen fecha de celebración el próximo 16 de diciembre, ya que el mandato de cinco años de Park está a punto de expirar.
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