Omaira Molina dejó su natal Venezuela hace cinco años para competir con Furia Roja en Calle 7.
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Ella, es sin duda una de las competidoras a seguir gracias a su gran agilidad y cualidades que la han llevado a resaltar en Panamá. La venezolana, es karateca a tiempo completo, representando en varias oportunidades a su país en competencias internacionales (Panamericanos y Juegos Centroamericanos) donde además también se colgó varias medallas.
Molina, no solo es practicante del karate. Es amante del crossfit y los deportes extremos, se define como una chica constante, perseverante, valiente y sobre todo, competitiva.
Ahora en Calle 7, Omaira Molina buscará seguir avanzando en las diferentes etapas y afirmó que una de las competidoras con la que más ha tenido afinidad es con la también extranjera Claudia Tapasco, representante de Colombia.
«Actualmente vivo con ella, me ayudaba con ciertas pasadas. Cuando estuvo en la final yo fui a verla», indicó en un video del programa.
También se animó a dar su opinión sobre los ‘nuevos’ en Calle 7.
«Sobre los nuevos competidores, hay bastante potencial. Los chicos están llegando con mucha hambre», reflejó.
A pesar de ser una chica dura que le gusta el rock y la música electrónica, también se relaja con baladas de Pablo Alborán.
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En el plano familiar, ha librado muchas batallas, y la más dura de ellas fue la pérdida de su hermano menor a causa de una leucemia. Una lección de vida que la ha fortalecido y que lleva tatuada en su piel.
Fuente: Medcom GO
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