¿Alguna vez te pusiste a pensar cuánto tiempo pasan tus hijos frente a las pantallas de sus celulares? ¿Y si te dijéramos que ellos pueden utilizar sus dispositivos móviles incluso mientras están durmiendo? ¿Lo creerías?
Lo cierto es que los celulares que nos ofrece el mercado cada vez contienen una mayor cantidad de funciones que hacen que nuestros hijos queden hipnotizados frente a las pantallas y pasen la mayor parte de su tiempo utilizándolos.
¿Que es el sleep-texting? Muchos se sorprendieron al escuchar sobre esta nueva tendencia que recorre al mundo y sorprende considerablemente a la sociedad mundial. Sin embargo, todavía hay muchas personas que no saben o no llegaron a descubrir exactamente de qué se trata esta transgresora novedad propia del mundo de los celulares.
Sleep-texting en los adolescentes
El Sleep-texting es una tendencia cada vez más creciente entre el mundo de los millennials. ¿De qué se trata exactamente? Se trata de un fenómeno que consiste en enviar mensajes y correos desde un dispositivo móvil en particular, mientras se duerme.
¿Cómo es esta acción posible? ¡Justamente eso es lo que muchos nos estamos preguntando en este preciso momento! ¿Este es un acto consciente para la persona que lo realiza?
Las miles de preguntas que nos hacemos sobre este fenómeno no pueden ser resueltas en su totalidad con gran exactitud. Muchos son los estudios que se realizaron sobre esta novedosa problemática y como consecuencia, se ha llegado a la conclusión de que este acto puede realizarse durante la noche, sin que tengamos plena conciencia del mismo. ¡Sí, así es! Es posible que durante la noche realicemos esta acción y lo recordemos o no, cuando despertamos al día siguiente.
Los celulares en la adolescencia: sí, pero con límites
¿Te pusiste a pensar lo nocivo que puede ser para los adolescentes esta actividad? Esta tendencia alarma a los padres que quieren resguardar la integridad de sus hijos. El sleep-texting suele ser la causa de la gran cantidad de horas que pasan los adolescentes con sus celulares.
Esto significa una gran exposición a la que viven sometidos por ser parte del mundo de Internet y de las redes sociales, que crean una dependencia en el ser humano. Muchas veces genera la necesidad de estar permanentemente conectado con este mundo virtual.
La imposición de límites a nuestros hijos son la principal medida que debemos tomar para evitar que esta tendencia siga avanzando. Una de las medidas a llevar a cabo puede ser la restricción en el uso de los dispositivos de modo total como así también el establecimiento de rigurosos límites en su uso cotidiano.
Otra de las cuestiones que debemos tener en cuenta es la necesidad de que eduquemos a nuestros hijos en valores y le mostremos otras posibilidades o alternativas en las que pueden invertir su tiempo. De esta manera, vamos a poder alejarlos de la adicción a las pantallas.
Revalorizar el contacto real
Tenemos que demostrarles que es posible crear un mundo fuera de la realidad virtual a la que están expuestos tanto tiempo. Para esto es necesario hacer hincapié en la creación de hábitos, que tengan como objetivo limitar el estrés. La meditación, el yoga y la lectura, son algunas de las opciones más destacables, según la opinión de expertos en el tema.
Es muy importante que no trates de minimizar o restarle importancia a este nuevo trastorno, debido a que puede parecer para muchos padres como algo irrelevante, pero es necesario que tengamos en cuenta que el desarrollo de esta práctica, para nada habitual, en los usuarios puede desencadenar mayores problemas vinculados a la salud y el bienestar de los adolescentes en general, alterando no sólo los hábitos de sueño, sino también los hábitos alimenticios, los lazos emocionales, la percepción que tenemos de la vida y hasta puede alterar la función neuronal, es decir, puede llegar a alterar nuestra salud mental. ¡Sí, leíste bien!
El exceso de utilización de los dispositivos móviles puede alterar gravemente nuestros hábitos cotidianos en lo que respecta a los distintos aspectos de nuestra vida y hasta puede llegar a niveles considerablemente inmanejables. ¡Está en nuestra manos poder controlar que esta tendencia no siga creciendo en los adolescentes de todo el mundo!
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