Cachorros vencen y forzaron séptimo juego de la Serie Mundial
Kyle Hendricks de los Cachorros de Chicago durante un entrenamiento. (EFE)

Cachorros vencen y forzaron séptimo juego de la Serie Mundial

La espera durante 108 años de conseguir un título de la Serie Mundial continua para los Cachorros de Chicago, pero ahora tras ganar por paliza de 9-3, como visitantes, a los Indios de Cleveland en el sexto partido, están más cerca de conseguirlo.

El parador en corto Addisson Russell con un grand slam y el abridor de origen puertorriqueño Jake Arrieta, que lanzó algo más de cinco entradas sólidas, fueron los responsables que hicieron posible que los Cachorros salvasen su segunda pelota de partido que tuvieron, dado que no les servía nada más que la victoria.

Con su triunfo los Cachorros ponen marca de 3-3 en la Serie Mundial que se juega al mejor de siete y obligan a un séptimo y decisivo partido que se jugará el miércoles nuevamente en el campo de los Indios.

«Lo más correcto y apropiado es que esto se fuera a siete juegos», afirmó el piloto de los Cachorros, Joe Maddon, que les ayudó durante la temporada regular a conseguir 103 triunfos, marca de equipo.

Los Cachorros llegaron al «Progressive Field» estando a sólo una derrota de ser eliminados y ahora se encuentran a un triunfo de conseguir su primer título de Serie Mundial desde 1908.

La novena de Chicago también está a una victoria de convertirse en el primer equipo en remontar una desventaja de 1-3 en la serie para ganar el Clásico de Otoño fuera de su campo desde que los Piratas de Pittsburgh lo lograron contra los Orioles de Baltimore en la temporada de 1979.

En la batería Russell (1) representó el poder de los Cachorros al pegar grand slam, el primero que se registra en los últimos 11 años del Clásico de Otoño.

El paracorto lo hizo en el tercer episodio al conectar por todo lo alto del jardín central, haciendo volar la pelota 435 pies, teniendo a tres hombres en los senderos.

Russell castigó los servicios del relevo Dan Otero, cuando había un out en el episodio.
El parador en corto además igualó a Bobby Richardson, al japonés Hideki Matsui y al dominicano Albert Pujols con más remolcadas en una Serie Mundial, con seis.

Russell a sus 22 años se convirtió en el segundo jugador más joven en pegar grand slam en una Serie Mundial. El legendario Mickey Mantle, de los Yanquis de Nueva York lo hizo a los 21 años, el 4 de octubre de 1953 contra Brooklyn.

Desde el montículo Arrieta (2-0) volvió a superar a los Indios en la presente serie del Clásico de Otoño, esta vez trabajando cinco entradas y dos tercios en los que permitió tres imparables, un jonrón y dos carreras.

El lanzador, que dio tres pasaportes y ponchó a nueve enemigos, completó su trabajó con 102 lanzamientos, de los cuales 60 fueron a la zona perfecta del strike.

Arrieta dejó en 2,38 su promedio de bateo después de controlar a 24 enemigos.
El relevo cubano Aroldis Chapman, que fue el héroe del quinto partido al darle vida a los Cachorros con su salvamento, esta vez trabajó una entrada y un tercio, permitió imparable, carrera, dio una base y ponchó a un enemigo.

Chapman fue el tercero de cinco lanzadores que llevaron al montículo los Cachorros.
«No me preocupo por unos cuantos pitcheos más», admitió Chapman. «Tengo toda la fuerza y mentalidad para lanzar en este escenario. Mañana voy a estar al ciento por ciento. Es el último juego y ahí hay que dejarlo todo en el terreno».

El antesalista Kris Bryant (2) empezó a sacar chispas con el madero al pegar de cuatro esquinas en el primer episodio, sin corredores en el camino.

«Uno sueña esto», destacó Bryant. «Vamos a jugar el séptimo juego mañana, y será muy especial».

Mientras que el primer base Anthony Rizzo (1) conectó en la novena entrada con un corredor en el camino para cerrar la cuenta de los Cachorros.

El segunda base puertorriqueño Javier Báez conectó una vez en cuatro viajes que hizo a la caja de bateo.

Los Indios respondieron con el bate del segunda base Jason Kipnis (2), que mandó la pelota fuera del campo en el quinto episodio, sin corredores en el camino.

El receptor puertorriqueño Roberto Pérez pegó sencillo remolcador por lo profundo del jardín derecho.

Con su imparable, Pérez mandó a la registradora al bateador emergente Brandon Guyer.
El antesalista dominicano José Ramírez hizo contacto una vez con la pelota en cuatro oportunidades ante el lanzador.

La derrota la cargó el abridor Josh Tomlin (0-1) en sólo dos episodios y un tercio.
Tomlin permitió castigo de seis imparables, un jonrón y seis carreras.

Para el séptimo partido los Cachorros mandarán al montículo a Kyle Hendricks, mientras que los Indios subirán a Corey Kluber.

Kluber, que se ha acreditado un par de victorias en esta Serie, tratará de emular a Mickey Lolich de los Tigres de Detroit como los únicos abridores con tres triunfos. Lolich lo hizo en 1968.

«Los grandes lanzadores pueden hacer cosas especiales», declaró el piloto de los Indios, Terry Francona. «Ésta fue una decisión fácil, después de hablar con él».

Pero el as de los Indios se las verá ahora con unos encendidos Cachorros, que solo pudieron anotarle una carrera en 12 entradas en sus dos enfrentamientos previos.

Todo parecía perfecto para que Cleveland festejase su primer campeonato desde 1948, con una temperatura agradable de 22 grados centígrados (71 F) a la hora del primer lanzamiento, luego la historia fue muy diferente.

La realidad para ambos equipos es que su suerte se tendrá que decidir a un solo partido y en el que no habrá espacio para el error sino sólo para la inspiración de protagonizar los aciertos.


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