La presidenta de Chile, Michelle Bachelet viajó a la sureña región del Biobío, una de las más afectadas por los incendios forestales que desde hace un par de semanas han devastado unas 600.000 hectáreas de vegetación y sectores poblados en siete regiones de su país.
«Los chilenos y chilenas saben que está situación no tiene precedentes» afirmó previo a su viaje la mandataria en la Moneda, donde se reunió con ministros y otros responsables del combate a los incendios y de ayudar a los damnificados.
Bachelet citó datos del informe más reciente de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), señalando que a nivel nacional hay 148 incendios, de los que 87 focos corresponden a Biobío, a 500 kilómetros de Santiago y varios de estos se han intensificado en las últimas horas.
Del total de incendios, 64 se encuentran en fase de combate, 75 están bajo control y nueve se consideran extinguidos, con una superficie afectada cercana a las 600.000 hectáreas desde el pasado 1 de julio, cuando comenzó la actual temporada, dijo Bachelet.
Bachelet reiteró además sus agradecimientos a los bomberos, que en Chile son voluntarios, por la labor desempeñada durante las últimas semanas.
«Cuatro mil bomberos, hombres y mujeres, han entrado en el combate contra el fuego» destacó Bachelet, que este miércoles anunció la entrega de fondos adicionales, por unos 6,18 millones de dólares, a la institución.
De acuerdo con los datos oficiales, los incendios han dejado hasta hoy 6.162 damnificados en las regiones y según el gobierno, ya están en marcha los programas de ayuda, con la entrega de viviendas de emergencia, vestuario, agua potable y otros elementos de primera necesidad.
En esa línea, Bachelet anunció que este viernes se concretará la entrega de los primeros 1240 «bonos de enseres», consistente en la entrega a los damnificados de un millón de pesos para que repongan muebles, menaje y otros bienes que hayan perdido en los incendios.
La cantidad de viviendas destruidas por el fuego llegaba hoy 1.551, mientras 587 personas continuaban cobijadas en los albergues habilitados en distintas localidades de las zonas afectadas.
Bachelet reiteró además su gratitud a la labor de más de 600 brigadistas llegados desde una decena de países en la lucha contra el fuego, que junto a los efectivos locales han levantado 432 kilómetros de cortafuegos para contener el avance de las llamas en las regiones afectadas.
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