El Atlético Nacional superó este domingo al Club América en la tanda de penaltis y logró el bronce del Mundial de clubes de Japón, en un partido de ida y vuelta donde los once metros hicieron justicia a los colombianos, que tuvieron más ocasiones.
Tras caer en semifinales ante el Real Madrid y el Kashima Antlers nipón, mexicanos y colombianos decidieron irse de Japón con la cabeza bien alta y ofrecieron un digno espectáculo con un intenso duelo.
Ambos equipos salieron sin miramientos a por el partido y transcurridos solo siete minutos el Atlético Nacional logró adelantarse con un gol en propia meta de Samudio mientras pugnaba con Berrío por un balón en profundidad.
El tanto dio alas a los de Medellín, también alentados por la efusiva barra «verdolaga», y rondaron el segundo gol en una combinación entre Mosquera -muy incisivo por la izquierda- y Torres, así como en otra ocasión del 10 colombiano tras un error en la entrega del arquero mexicano.
Las «águilas», lejos de achicarse, respondieron con dos oportunidades consecutivas de Sambueza, quien llegó a regatear al meta rival pero luego no encontró portería, y de Romero, que no llegó por centímetros a un pase de la muerte.
En cambio el Atlético no perdonó en su siguiente aproximación y puso el 0-2 en una buena jugada por la derecha de Mosquera con pared incluida, que Guerra mandó a la red al primer toque.
Los colombianos continuaron su asedio y rozaron el tercero en otra ocasión, cuando Mosquera envió la pelota al travesaño. Pero, cuando más acorralados parecían, las «águilas» recortaron distancias cerca del descanso por medio de Arroyo, con un control y un remate impecables dentro del área.
Ya en la segunda mitad, y con Quintero como novedad del lado «azulcrema», los dos equipos demostraron que no iban a aflojar el ritmo con un carrusel de ocasiones de Mosquera, Guerra por partida doble y Romero.
Más clara aún fue una jugada iniciada por Berrío y culminada por Guerra con una preciosa finta al portero y una vaselina que se marchó alta por poco.
Una vez más, el América castigó la falta de acierto de su rival y logró la igualada gracias a un penalti cometido por Díaz sobre Samudio, y convertido por un Peralta que había saltado al campo seis minutos antes.
En la recta final ambos contendientes acusaron el cansancio pero continuaron buscando el marco rival, sobre todo un Atlético con más fe y jaleado por sus aficionados, cuyos cánticos se oían cada vez más.
Tras agotar el tiempo reglamentario, el partido se decidió en la tanda de penaltis gracias al mayor acierto de los colombianos. De este modo los «verdolagas» pusieron un honorable colofón en su primera participación en el torneo en su formato actual.
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