Un hombre amenazó este lunes con tirarse de lo más alto de un emblemático edificio del centro de Buenos Aires para reclamar Justicia por el asesinato de su hijo, en 2014, que sigue impune, aunque finalmente cambió de opinión tras la actuación de varios efectivos de la policía y bomberos.
Marcelo Novillo trepó por unos andamios y se apostó en la cúpula del edificio de la antigua confitería El Molino, que está ubicado en las cercanías del Congreso de la Nación y se encuentra en proceso de restauración.
Varios agentes policiales y de bomberos acudieron a la zona, en la que se apostaron multitud de curiosos, y desplegaron un operativo de rescate con una grúa desde la que convencieron a Novillo de bajar a pie de calle.
El hombre, padre de Adrián Novillo, muerto en junio de 2014, ya había realizado acciones de protesta parecidas en los últimos tiempos.
A sus 16 años, Adrián salía de un bar cuando fue atacado por un grupo de personas, que le pegaron mientras le robaban.
Luego del suceso, falleció tras dos semanas hospitalizado.
A finales de 2015, la Justicia absolvió por falta de pruebas al único imputado por los hechos.
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