El secreto mejor guardado en el hemiciclo legislativo, era quién sería el próximo magistrado del Tribunal Electoral para reemplazar a Erasmo Pinilla, a quien se le venció el período el pasado 31 de diciembre. Entre los candidatos que más probabilidades tenían se mencionaba a Yara Ramos y Alfredo Juncá.
Fuentes ligadas a la dinámica política panameña señalaron que la trama del próximo magistrado del Tribunal Electoral se remonta al pasado 30 de octubre, cuando el grupo de Pedro Miguel González, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), se tomó el CEN del partido, en circunstancias que se rumoró fuertemente que la victoria se dio con el apoyo del Gobierno.
Como en todos los círculos políticos, se conoce la cercanía entre el grupo de Pedro Miguel González con el Gobierno de presidente Juan Carlos Varela. Al día siguiente, el 31 de octubre, el PRD decidió trancar la Asamblea Nacional evitando que iniciarán las sesiones, con el afán de demostrar que el grupo que ahora controlaba el PRD podía venderse como oposición -y en el afán de demostrar un supuesto nuevo liderazgo de Pedro Miguel González-, evitaron la votación para la escogencia del próximo magistrado del Tribunal Electoral, ya que Alfredo Juncá contaba con los votos de todas las bancadas incluyendo los votos del PRD.
Como González y el nuevo CEN del PRD querían aparentar control de su bancada y que no se fueran algunos diputados con Juncá, decidieron que el presidente de la Asamblea Nacional, el PRD Rubén de León, no abriera la sesión, frustrando así, temporalmente, que Juncá fuera el nuevo magistrado del Tribunal Electoral.
Desde ese día, y por dos meses, el PRD diseñó un estrategia para colocar a la candidata de su preferencia en el Tribunal Electoral. Primero bajaron al candidato inicial del PRD, Raúl Rodríguez, con el pretexto de que iban a apoyar a una candidata que ellos denominaron “institucional”, refiriéndose a Yara Campos.
Luego consiguieron apoyo de la «sociedad civil» a favor Campos. Sin embargo, desde la propia bancada del PRD había ya varios diputados que no estaban de acuerdo.
Una fuente muy cercana al proceso dijo que «no había consenso». El diputado Pedro Miguel González pretendía parecer oposición por un lado y por otro vender la imagen de que él controla la bancada, cuando lo que de verdad quería era controlar el espacio político que deja Pinilla dentro del TE.
En Panamá todo el mundo sabe que González se maneja muy de cerca con los Panameñistas.
Otra fuente consultada agregó que “designar a Yara Campos tiene el único propósito de guardar el espacio político de Pinilla dentro del Tribunal, y todos saben de quién era su discípula”.
Por otro lado, el Panameñismo decidió que iban a insistir en su candidato, Juncá, porque según ellos saldría de la propia Asamblea, a la que le corresponde el nombramiento.
Frente a ese escenario, le correspondía a la bancada de Cambio Democrático decidir quién sería el próximo magistrado del Tribunal Electoral. Lo que nadie se esperaba es que para Cambio Democrático, la figura de Yara Campos era inaceptable.
Al ser cuestionado un diputado de dicha bancada sobre la candidatura de Campos, expresó “que Yara Campos no es institucional,ella es ficha de los PRD. Nombrarla a ella en el Tribunal Electoral es como dejar a Pinilla 10 años más y eso no lo podemos permitir. Ella nos hizo mucho daño. Fue ella quien siguiendo instrucciones de la cúpula del PRD y del Gobierno Panameñista, armó la patraña para robarle 10 curules al CD, desconociendo la voluntad popular, desconociendo la esencia de la democracia. Jamás podría apoyarla a ella. Es todo, menos institucional”. afirmó el parlamentario, quien prefirió que su nombre quedara en reserva.
Así están las cosas en este momento. Hoy se han dado varias reuniones de las diferente bancadas en torno a este tema, tratando de lograr algún tipo de consenso. Lo que parece evidente es que la estrategia de Pedro Miguel González y el PRD de aparentar ser opositores al Gobierno y vender la figura de Yara Campos como una figura institucional, se desmorono.
Ello parece inclinar la balanza hacia Alfredo Juncá, quien a pesar de haber pertenecido por unos años al Panameñismo, partido al cual renunció, es el mejor visto por la mayoría de los diputados pues se le ve como una profesional que sale de la propia Asamblea Nacional, lo cual parece darle cierto confort a los diputados.
Amanecerá y veremos si Alfredo Juncá logra imponerse como el candidato de consenso de la Asamblea.
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